El nombre de Francesc Burrull se me quedó grabado desde que leí los créditos de aquel gran álbum del año 1972 en el que el cantautor catalán hace un impecable homenaje al poeta de Orihuela, cuya casa museo tuve la fortuna de visitar en el año 2015 y cuya experiencia narré hace un tiempo en otro artículo de este blog.
Francesc Burrull está ligado a Joan Manuel Serrat desde su colaboración con el poeta catalán en 1967, cuando firmó los arreglos del EP "Cançó de matinada", donde además del tema homónimo figuran "Me´n vaig a peu", "Paraules d’amor" y "Les sabates".
Pero, a mi modo de ver, donde Burrull hizo de verdad historia en la carrera de mi Noi de Poble Sec, como le llamo, fue cuando firmó los arreglos del álbum dedicado al poeta de Orihuela, uno de los trabajos más exquisitos y de mayor concepción musical de la obra serratiana. También fungió como director musical y pianista desde los primeros años 70 hasta el 1974, cuando Miralles retornó después de un corto paréntesis al terminar la producción del álbum blanco "Mi niñez".
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Gracias a ese fiel compromiso con las canciones de Serrat, Francesc hizo un paseo antológico junto a la cantante Laura Simó, un disco grabado en el año 2007 que se titula Laura Simó & Francesc Burrull Interpreten Serrat y que incluye doce canciones que van desde Canço de Matinada hasta No hago otra cosa que pensar en ti.
Francesc Burrull, músico, compositor y figura clave de la 'Nova Cançó', trabajó con figuras destacadas del jazz, como Chet Baker y Bill Coleman, y grabó dos discos con Tete Montoliu, a quien acompañaba con el vibráfono. El pianista empezó a estudiar música a los siete años en el Conservatorio de Barcelona y al concluir su formación empezó a hacer bolos de jazz con el grupo Latin Combo.
Burrull acompañó a numerosos cantantes de la canción catalana en el boom que ésta experimentó en los años 60 del siglo XX, como es el caso de nombres como Lluís Llach, Raimon, Guillermina Motta, Núria Feliu, La Trinca o Joan Baptista Humet, entre otros.
Dentro de su vasta trayectoria, Burrull también participó activamente en la selección del Cant del Barça, compuesto por Manuel Valls i Gorina, como himno del club azulgrana.
En 1992 obtuvo el Premi Nacional de Música de la Generalitat de Catalunya en la categoría de jazz, y en 2017, se le concedió la Creu de Sant Jordi.
El pianista y compositor falleció este sábado 28 de agosto a los 86 años tras una carrera dedicada a la música que le llevó a convertirse en referente de la 'Nova Cançó' y del jazz en Cataluña.
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