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Mis libros favoritos de esta autora neoyorquina de ascendencia dominicana son "¡Yo!" y "En el tiempo de las mariposas". Tuve el honor de conocer a sus padres por puro azar del destino y por un encargo que fui a buscar a su casa del 'Upper East Side' en Nueva York. Todo un lujo para el alma. ¡Feliz cumpleaños a este orgullo nuestro!



Julia Álvarez nació el 27 de marzo de 1950, en Nueva York, fue la segunda hija de padres que eran nativos de la República Dominicana. Cuando tenía tres meses de edad, la familia Álvarez volvió a su patria. La familia disfrutó de un cómodo estilo de vida ya que los abuelos Álvarez fueron muy ricos e influyentes. La autora y sus tres hermanas fueron criadas junto a su madre con numerosos primos, tías y criadas. El padre de Álvarez fue un médico que ayudó a dirigir el hospital local. Aunque vivieron mucho tiempo en la República Dominicana, los Álvarez mantuvieron estrechos lazos con los Estados Unidos.



Durante la década del 50, el país estuvo dirigido por Rafael Trujillo Molina un despiadado dictador que gobernó a través del poder y la violencia desde 1930 hasta 1961.

Debido a las conexiones de sus abuelos y el gobierno, el propósito de su padre era secretamente participar en el movimiento clandestino para eliminar a Trujillo del poder. Cuando la participación se descubrió, la familia se vio obligada a huir del país y establecerse en los Estados Unidos de forma permanente.


En 1960, la familia Álvarez llegó a los Estados Unidos con lo puesto y se mudaron a un apartamento pequeño en Brooklyn. Lejos de la magnífica casa de la familia en la República Dominicana, la fantasía se rompió pronto. Álvarez perdió el contacto cotidiano con sus primos y, por primera vez en su vida, se enfrentó a los prejuicios porque la veían como un ser "diferente". El traslado a los Estados Unidos no sólo despertó en Álvarez el interés en la lectura, sino que además le encendió la llama de convertirse en una escritora.

Comenzó sus propias historias en papel cuando tenía quince años. Después de graduarse en 1967 de Abbott Academy, una escuela privada, decidió sumergirse en el estudio de la literatura y la escritura. Fue entonces cuando se matriculó en la universidad de Connecticut, donde ganó un premio en poesía.



En el año 1969, Álvarez fue transferida a Middlebury College, en Vermont, donde obtuvo una Licenciatura en Artes en el 1971. Luego realizó sus estudios de postgrado en la Universidad de Syracuse, en Nueva York donde obtuvo una Maestría en Bellas Artes en el 1975. Estudió escritura creativa en la Escuela Pan de Pan de Middlebury desde 1979 a 1980. Durante este tiempo, Álvarez se convirtió en una escritora muy publicada, con poemas y ensayos que aparecían en un pequeño número de revistas literarias.

Después de graduarse de la universidad, Álvarez tomó una serie de trabajos con el fin de pagar las cuentas. En el año 2000, en los artículos de la revista la Biblioteca, ella se llamó como "la escritora inmigrante", ya que viajaba por todo Estados Unidos en su pequeño Volkswagen.

Durante los siguientes trece años, tuvo quince direcciones diferentes. Ella dio clases de escritura creativa a los niños en Kentucky, para los estudiantes bilingües en Delaware y para la tercera edad en New Hampshire.

A pesar de las exigencias de la docencia, Álvarez nunca dejó de escribir. En la década del 80, sus ensayos fueron publicados en revistas nacionales como el New Yorker. Fue ganadora de innumerables premios de poesía y en 1984 su primer libro fue publicada por Grove Press. En 1991, la primera novela de Álvarez, Cómo las muchachas García perdieron su acento, fue publicada. El libro ganó la aclamación, llevándose a casa el premio PEN-Oakland/Josephine Miles, que otorga anualmente a los prometedores nuevos autores multiculturales.


Después de How the García Girls Lost Their Accent, Álvarez continúa con las novelas En el tiempo de las mariposas (1994), ¡Yo! (1997) y En el nombre de Salomé (2000).

En el tiempo de las mariposas fue llevada a la pantalla en el año 2001, bajo la producción de Salma Hayek, quien también actuó en la película en el papel de Minerva.

Tanto Mariposas como Salomé recibieron grandes elogios de la crítica y premios, incluyendo el Premio Libro Notable de la American Library Association y el National Book Critics Circle Award.

Álvarez continuó explorando sus raíces dominicanas y se diversificó publicando para el mercado de los niños. Lanzó un libro ilustrado en el año 2000 llamado The Secret Huellas.

A finales de 1990, Álvarez y su marido, Bill Eichner, obtuvieron una granja de 60 acres en República Dominicana. La finca, llamada Alta Gracia, está en rico suelo volcánico y es perfecta para cultivar café. Allí producen café arábica orgánico, logrando venderlo en muchas partes del mundo y con cuyas ganancias apoyan a una escuela y una pequeña biblioteca para los trabajadores de la comunidad agrícola local, misma que tenía 90 por ciento de tasa de analfabetismo.


En el año 2001, Álvarez publica Cuando la Tía Lola vino y en el 2002, publicó su primera novela para adultos jóvenes, la aclamada Antes de ser libres. Según la autora, considera que es su mejor trabajo puede que sea la más autobiográfica. La historia se centra en Anita, de doce años de edad, quien vive en República Dominicana durante el régimen del dictador Trujillo.

Álvarez continúa dando clases en su alma mater, la universidad de Middlebury. A pesar de que se considera ser una escritora latina, se muestra reacia a ser etiquetada.


Fuentes: American Edu y Biografías..es

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Aquel Festival de la canción de 1968, celebrado en Londres, pasaría a la historia como el del escándalo. Cuando todo estaba ya organizado, Joan Manuel Serrat anunció su voluntad de cantar el "La, la, la." en catalán o no ir a Eurovisión. Y no fue. Massiel ocupó su puesto en la capital británica.


Entrevista en este enlace:



La carta de Serrat al director general de R.T.V.E.


El 26 de marzo, a sólo once días del Festival, Serrat, en una carta abierta a la opinión pública, solicitaba al director general de R.T.V.E. que "me autorice a cantar en Londres en catalán o, que en caso de que esto no fuera posible, acepte mi renuncia irrevocable".


La carta textualmente se expresaba en estos términos:


En el pasado mes de enero fui designado por TVE para representarla en el Festival de Eurovisión a celebrar en Londres el próximo mes de abril. Esto fue para mi un orgullo y, al mismo tiempo, una responsabilidad porque sabía que en mí iban a estar puestos los ojos y parte de las pequeñas ilusiones de millones de españoles.

Fue seleccionada posteriormente la canción "La, la, la", de Manuel de la Calva y Ramón Arcusa, que a pesar de todas las opiniones en su mayoría poco fundamentadas, considero muy adecuada para el tipo de festival a que se destina.


Empezó a partir de entonces una verdadera promoción de la canción y mía, naturalmente, por todo Europa, lo que me alejó del país para llevarme de ciudad en ciudad y de plató en plató. Este alejamiento físico, unido a mi bisoñez y al exceso de trabajo, me impidió juzgar las cosas con claridad; me faltaba también el contacto diario con la gente, con el hombre de la calle que nos mira muy de lejos y nos sigue muy de cerca. Siempre me atormentaba una preocupación, una inquietud que seguramente romperé de un golpe con esta carta.

YO SOY Y SIGO SIENDO POR ENCIMA DE TODO UN CANTANTE CATALÁN y en esta lengua me he expresado para cantar durante cuatro años.


Cuando se me designó para representar a TVE en Londres se me conocía solamente por mis canciones en catalán. ¿Por qué entonces no cantar en Londres en catalán, cuando ya estaba preparada la versión catalana de "La, la, la"? El argumento de la "Lengua oficial" no me parece lo suficientemente válido para anular la pregunta.


Un día no hace demasiado tiempo, volví al país. Llegué a mi casa y hablé con la gente de mi calle y me di cuenta de que esta gente, sencilla y sin retorcimientos, se preguntaba lo mismo que yo: "¿Por qué no?" UN HOMBRE DEBE SER FIEL A SÍ MISMO Y A LA GENTE QUE LE ES FIEL. Por estas dos razones es que me permito enviar una carta al director general de Radiodifusión y Televisión rogándole que comprenda mis argumentos y me autorice a cantar en Londres en catalán o que, en caso de que esto no fuera posible, acepte mi renuncia irrevocable.


Quisiera que en esta carta abierta se reflejase toda la buena voluntad que me guía al tomar esa decisión y que toda la gente de habla castellana comprenderá mis motivos, cómo pública y reiteradamente ya lo he expresado a través de la prensa. Al mismo tiempo, quiero darle las gracias a todos los que antes del día en que salí por primera vez a un escenario hasta hoy, me han alentado y me han dado la mano e incluso a aquellos que me han criticado porque, al fin y al cabo, todos me han ayudado.

Muchas gracias.



Joan Manuel Serrat.


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El Primer Encuentro Internacional de la Nueva Canción Siete Días con el Pueblo fue un festival político-musical que se llevó a cabo en la República Dominicana del 25 de noviembre al 1 de diciembre de 1974, convocado por la Central General de Trabajadores (CGT) de ese país. Para el festival, los artistas extranjeros no se alojaron en hoteles sino en casas particulares. Orlando Martínez, asesinado hace 47 años durante (17 de marzo, 1975) en el gobierno de Joaquín Balaguer, fue el anfitrión de Víctor Manuel y Ana Belén.



Orlando Martínez Howley (23 de septiembre de 1944 – 17 de marzo de 1975) fue un destacado periodista dominicano, inmortalizado en la historia nacional al resultar víctima fatal de la represión del gobierno de Joaquín Balaguer tras denunciar algunas de las injusticias que se cometían en el mismo.


Martínez, con vocación por la carrera de comunicación social, decidió estudiarla y se destacó tan pronto inició a ejercerla. Desde su época de estudiante fue un militante revolucionario, razón por la cual le resultó imposible quedarse indiferente ante la represión, las injusticias sociales, las torturas, el saqueo de corporaciones extranjeras y la perversidad política que impero durante los doce años de Balaguer.





A través de sus escritos, Orlando, quien fungía como director de la revista «Ahora» y como columnista del periódico El Nacional, denunció las atrocidades que se cometían y fue precisamente esto lo que le hizo caer en la lista de las víctimas fatales de este régimen. Fue asesinado a tiros un 17 de marzo de 1975 en una calle cualquiera, sin que se supiera quiénes eran los culpables.

El presidente Joaquín Balaguer escribió en un libro llamado "Memorias de un cortesano de la Era de Trujillo", el cual contiene una página que hace alusión al asesinato de Martínez. La página quedó en blanco; nunca se llenó.



El crimen se mantuvo impune durante muchos años hasta que el fiscal del Distrito Nacional, Guillermo Moreno, dirigió la reapertura del caso. Cuatro hombres fueron acusados de pertenecer a un escuadrón de la muerte que le disparó después de que criticó al gobierno del entonces presidente Joaquín Balaguer.

En año el 2000, estos cuatro hombres recibieron una condena de 30 años de cárcel por sus vínculos con el asesinato.​ Durante el juicio, veinticinco años después del homicidio, fueron condenados el general Salvador Lluberes Montás y el general Joaquín A Pou Castro. Otros dos hombres fueron declarados culpables, incluyendo a un oficial de la fuerza aérea anterior.



Esta imagen es del año 1974 Ana Belén bromea con el periodista Cuchi Elías, mientras los demás sonríen. Orlando está a la derecha de Víctor Manuel.



El fallo del juicio fue visto como una muestra de un nuevo espíritu en el sistema judicial de República Dominicana, convirtiendo a Martínez en un símbolo de libertad de expresión en el país.

En La Romana, en el sector denominado Villa Pereyra, una calle lleva su nombre, la misma fue promovida por el Concejal Wanchy Medina por medio de la Ordenanza 15-2014.

En su honor hay murales, bustos y se han nombrado calles del país.



Fuentes: Conéctate, Historia dominicana y una imagen de Pedro Cabrera que sirvió como detonante para este escrito.




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