Hija de artistas catalanes, Olga Guillot nació en Santiago de Cuba, el 9 de octubre de 1922. Fue una cantante cubana que se hizo popular en toda América Latina al interpretar temas musicales pertenecientes al género del bolero como «Miénteme», «La gloria eres tú» o «Tú me acostumbraste».
En su adolescencia se trasladó con su familia a La Habana y, atraída por la música, debutó como cantante junto a su hermana mayor Ana Luisa formando el dúo «Las hermanitas Guillot» en el programa radiofónico. La corte suprema del arte, donde obtuvo una distinción. Formada en las disciplinas del baile y el drama, Olga Guillot estudió canto en el Conservatorio de La Habana con la soprano Hortensia Cohalla y el cantante Mariano Meléndez; también, en la década de 1930, cantaba generalmente durante las reuniones familiares y algunos programas radiofónicos.
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Comenzó cantando tangos, influenciada por Libertad Lamarque y Mercedes Simone. En los años 1940, la vocalista formó parte del cuarteto Siboney, dirigido por la compositora Isolina Carrillo y cuyo pianista, Facundo Rivero, le facilitó el debut como solista en el local nocturno Zombie Club, en 1945. A partir de ese entonces, sus actuaciones se acrecentaron en los teatros más relevantes de Cuba y encabezó temporadas en los cabarets Sans Souci, Montmartre y Tropicana.
Guillot contrajo matrimonio, primero con el actor Alberto Insúa (1926-2003) y más tarde con el compositor y pianista René Touzet (1916-2003), con quien tuvo a su única hija: Olga María (n. 1960), que se dedicó a la misma profesión que su madre.
Durante su carrera artística de casi siete décadas, Olga obtuvo 20 Discos de Oro, 10 de Platino y 1 de Diamante, como así también un premio Grammy Latino a la trayectoria en 2007. Apodada «la reina del bolero», cantó junto a Frank Sinatra y Edith Piaf. En los años 1960, luego de la Revolución cubana, se asentó primero en Venezuela y luego en México y Miami, donde permaneció hasta su muerte. También incursionó como actriz en 16 películas y condujo su propio ciclo televisivo, El show de Olga Guillot.
Hasta poco antes de su muerte, Guillot continuó brindando recitales en Nueva York, Miami, México, etc. En 1995 actuó en Santa Cruz de Tenerife con motivo de la segunda edición del Festival Santa Cruz, en el que también participaron los grupos tinerfeños Maresía y Los Sabandeños. Ese año, Guillot recibe un gran homenaje en Venezuela, tierra donde ella vivió sus primeros años al salir de Cuba. En ese homenaje obtuvo una estrella en el paseo de la fama de Caracas "Amador Bendayan", y altas condecoraciones como la Orden Alfredo Sadel, la única orden de estado para homenajear un artista en Venezuela, homenaje organizado por la Casa del Artista de Caracas. Ese mismo año se negó a poner su voz para un disco del grupo español Los Sabandeños, en el que también incursionaba Silvio Rodríguez. En esa ocasión, comentó que «un disco con su voz y la de Silvio resultaría "bonito" para Fidel Castro en caso de que llegase a Cuba», donde ella tenía prohibida la entrada desde hacía 35 años.
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A menudo, durante sus últimos reportajes, solía comentar que tenía «la esperanza de volver a una Cuba libre, donde todos los artistas cubanos iremos a cantar.» Viajó a España en mayo de 1997 y volvió en 1998, coincidiendo con su sesenta aniversario del inicio de su carrera artística, para realizar una serie de recitales por Madrid, Gijón, Barcelona,Sevilla y Salamanca. En la década de 1990, adquirió un apartamento en el barrio de Polanco del Distrito Federal y otro en Bal Harbour, en Miami Beach. En 2000 firmó un contrato con la multinacional Warner y para el año siguiente, en 2001, lanzó a la venta «Faltaba Yo», en el que incluyó arreglos musicales como «Me muero...me muero», al cual definió como «el bolero más erótico que he cantado», y «Soy lo prohibido», que también interpretóPeret. En enero de 2002 presentó nuevos boleros en Madrid y Barcelona, en el transcurso del Festival del Milenio. Poco antes, había recibido el Premio Laras por sus más de sesenta años de carrera artística y el premio Heroes Awards por su contribución al mundo de la música. Fue distinguida en México con la medalla María Teresa Montoya en 2004, el mismo año en el que recibió el Premio Casandra en la República Dominicana.
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En sus últimos años publicó su autobiografía titulada Con derecho a balcón, editada por Editorial Planeta. En 2007, fue distinguida como una de las «leyendas de la música latina» por la Academia Latina de la Grabación, productora de los premios Grammy Latinos.
Durante velorio de Roberto Suárez, el fundador de El Nuevo Herald, se sintió indispuesta e ingresó el 9 de julio de 2010 al Hospital Mount Sinaí, de Miami, por su propia cuenta. Ese mismo día sufrió un infarto y el 10 de julio la indujeron en estado de coma para poder colocarle un respirador mecánico. Sin embargo, el 12 del mismo mes se le detectó un coágulo y falleció a los 87 años a causa de un infarto a las 12.45 h, rodeada de su hija y de algunos allegados. Raquel Pouget, la vocera de la familia, recordó que hacía apenas unos días, en una reunión familiar, Guillot expresó que entre los dolores que había pasado en su vida, el mayor había sido el de no ver a su país natal liberado. «Ella dijo: "si yo me muero mañana el dolor que me llevo en el alma es no ver a Cuba libre"».
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Su funeral se llevó a cabo el 14 de julio y como parte de éste, representantes de algunas organizaciones cubanas trasladaron el féretro cubierto con la bandera de Cuba la iglesia St. Michael's, donde aproximadamente 500 personas concurrieron a darle el último adiós.
Fuente: Biografías y vidas
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