Hablo desde mi infancia, en esos días en que escuchaba a Juanito y me educaba con sus canciones; hablo de esas veces en que me hacía correr al diccionario para, a mis once años, aprender lo que eran palabras como "bies", "genista", "parca"; hablo desde esa adolescencia en que me robaba la radio por las noches para seguir alimentando mi alma con sus versos; hablo desde mi adultez, en la que sigo admirando al Nano, siguiendo su carrera y sintiéndome dichosa de haberle dado cabida para que me abriera todo un universo de buena música.
Y después del preámbulo, les cuento la historia de esta imagen, uno de los regalos más hermosos que me han hecho en la vida; data del año 2015.
Al llegar a casa un 17 de octubre del 2015, me dice mi esposo: "Te ha llegado algo por correo desde Dominicana". Abro el sobre, con la misma ilusión con la que siempre abro las cartas y, después de leer el remitente, lo primero que veo es este collage con fotos del álbum que tengo en Facebook "Serrat, la banda sonora de mi vida... Mi autobiografía serratiana", cosa que me llenó de profunda ternura. Pero la cosa no para ahí. Al mirar al reverso, leo esta dedicatoria con los hermosos versos de Machado y firmado, de su puño y letra, por Serrat.
Me quedé atónita, pasmada, sin lograr decir palabra e invadida por toda la emoción que pueda albergar cuerpo alguno. ¡No lo podía creer!
La autora de este maravilloso gesto de amor fue mi amiga Alexandra, quien tenía pautado pedirle a Serrat que me lo firmara cuando lo viera esa noche de septiembre en el concierto "Antología desordenada" en República Dominicana. Pero para la suerte de las dos, casualmente se encontró con el cantautor y todo su equipo en un famoso restaurante del Malecón, en Santo Domingo, capital de mi país.
Recuerdo esa nota de voz como ahora cuando me decía: "No te puedo escribir porque me tiemblan las manos, tengo que dejarte una nota porque estoy nerviosa y no puedo teclear... Pero estoy frente a tu amor, frente a Joan Manuel y lo tenía que compartir contigo".
No me dijo nada de lo que le había pedido porque la idea era sorprenderme, pero sí compartió conmigo ese mágico momento, cosa que junto con el póster trajo tanta alma y tanta vida a mis ojos y a mis manos. Y ese inconmensurable regalo de sorprenderme, de emocionarme y de llenarme de esa inmensa alegría que hizo que saltasen destellos de felicidad en este corazón contento que me habita.
Transcribo:
Para Shayra
Caminante
no hay camino
se hace camino al andar
Con alegría
Joan Manuel Serrat
"De vez en cuando la vida afina con el pincel; se nos eriza la piel y faltan palabras"
¡Y vaya que faltan palabras!
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