Al principio no quería verla, lo confieso, pero mi esposo me animó a que la viera y luego me hice casi adicta a la misma. La actuación de Richard Madden me pareció muy buena y también la de Keeley Hawes.
Madden hace el papel de David Budd, escolta personal de la Ministra británica, Julia Montague (Keely). Es un exsoldado de la guerra de Afganistán y ha quedado con trastorno por estrés traumático (TEPT o PSTD por sus siglas en inglés). Además, recién se ha separado de su mujer con la que tiene dos hijos pequeños.
Montague lucha por imponer su posición y sus intereses (se quiere postular a jefe de la nación) mientras Budd luchará por protegerla dejando a un lado su conflicto moral. Esta serie, producida por la BBC, ha sido todo un éxito en la televisión británica, y algunos ya hablan de que es la serie más exitosa de su última década. Es polémica, emocionante, un tanto adictiva y con mucha tensión sexual. La serie consta de una sola temporada con sólo seis episodios; es una trama de corrupción política donde se tratan temas como el terrorismo y un inconmensurable deseo de poder.
Me gustó mucho la gran variedad de personajes femeninos: la ministra, la mujer terrorista, la directora de la Policía Nacional y otras que tejen esta interesante historia.
Está disponible en Netflix.
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