Un grupo de quinceañeros liderado por Miguel Ángel (Juan José Ballesta) entretiene las horas con algún deporte y muchas travesuras, aunque el patio de su recreo sea la planta de cáncer de huesos de un hospital. Entre carreras de cuádrigas, sesiones de fotomatón, playa en la azotea y conciertos en vivo, pelean contra su enfermedad con humor.
Planta 4ª es, efectivamente, una película dificilísima de hacer por el delicado equilibrio que exige jugar con el dolor y el humor, con la proximidad de la muerte y con la necesidad de sobrevivir.
Mercero, que ha escrito el excelente guión con Albert Espinosa, el verdadero protagonista de los hechos, y con Ignacio del Moral, ha contado con exquisita habilidad la historia de esos chicos que juegan y se divierten como pueden por los pasillos y los quirófanos del centro hospitalario.
Estos jóvenes ven llegar a otros enfermos, curarse a algún compañero y morir a otros.
El director domina la resbaladiza materia dramática y consigue divertir y emocionar con escrupuloso pudor. Juan José Ballesta, Luis Ángel Priego, Gorka Moreno y Alejandro Zafra realizan buenas actuaciones muy bien conducidas por un experto en eso de la dirección de actores juveniles. Y, aunque no se note, hay una extraordinaria dirección artística de Carlos de Dorremochea.
Al final del filme hay una sorpresa que me gustó mucho... Muchísimo.
Túvavel. Jum. Veteacotai. 😁
La tendré dispuesta para este fin de semana para mi cachorro y yo. Gracias, Maeña. (A propósito de maeña, y aunque no viene al caso del tema en cuestión, te demoraste en llamarme la atencion por escribir la palabra con inicial mayúscula. La verdad es que esa regla relacionada con los gentilicios en español ya la sabía. Sólo la escribo con mayúscula en honor a tu grandeza.)