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Nicolás Guillén, Poeta Nacional de Cuba (Camagüey, 10 de julio, 1902 - La Habana, 16 de julio, 1989)

Foto del escritor: ShayraShayra

“Cuando me veo y toco, yo, Juan sin Nada no más ayer, y hoy Juan con Todo, y hoy con todo, vuelvo los ojos, miro, me veo y toco y me pregunto ¿cómo ha podido ser?"


La extensa obra de Nicolás Guillén comienza muy temprano, con artículos periodísticos en su ciudad natal y poemas que no aparecieron en su momento.

Entre sus poemarios destacan Motivos de son (1930), Sóngoro Cosongo (1931), West Indies, Ltd. (1934), España. Poema en cuatro angustias y una esperanza (1937), Cantos para soldados y sones para turistas (1937), El son entero (1947), La paloma de vuelo popular (1958), Tengo (1964), Poemas de amor (1964), El gran zoo (1967), La rueda dentada (1972) y El diario que a diario (1972).

Su obra prosística ha sido recogida en Prosa de prisa, cuatro volúmenes organizados por Ángel Augier, el último de los cuales apareció en 2006. Su participación política desde las filas del Partido Socialista Popular le valió el exilio durante la dictadura de Fulgencio Batista (1952-1958). Fue fundador de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (1961) de la que sería presidente hasta su muerte, ocurrida en 1989. Su obra ha sido traducida a más de veinte idiomas y es estudiada en Universidades de diversos países de los cinco continentes.



Nicolás Cristóbal Guillén Batista nació en Camagüey, capital de la provincia cubana del mismo nombre; hijo del periodista Nicolás Guillén Urra y de su esposa Argelia Batista Arrieta. Su padre murió, a manos de soldados que reprimían una revuelta política, en 1917, y eso significó la ruina económica de la familia, por lo que su madre tuvo que ocuparse de sus hijos.


La madre, una mujer de carácter y valor, se encargó de la formación de sus hijos y del hogar. El recuerdo del padre fue conservado siempre por el hijo, quien, muchos años después, en la década del cincuenta, lo evocaría intensamente en su "Elegía camagüeyana". Por lo demás, su familia tenía un elevado nivel cultural y social.


Guillén terminó sus estudios de bachillerato alrededor de 1919. Comenzó a publicar sus versos al año siguiente, y a colaborar con revistas como Camagüey y Gráfico, en su ciudad natal, y en Orto, de Manzanillo. En 1922 conformó un volumen de poesía, Cerebro y corazón, marcado por la estética del modernismo, que solo publicaría medio siglo más tarde en sus Obras completas. También en 1922 comenzó a estudiar Derecho en la Universidad de La Habana, cuyas aulas abandonó en breve, reflejando su desencanto por dichos estudios en su poema «Al margen de mis libros de estudio».

De regreso a Camagüey, Guillén organizó y dirigió la revista Lys, que tuvo muy poca duración. En Camagüey se desempeñó en diversos oficios, entre ellos el de corrector de pruebas en el periódico El Camagüeyano, y luego el de redactor de mesa en ese mismo diario. Allí estuvo a cargo de la sección «Pisto Manchego», que mezclaba temas de actualidad nacional o mundial con el anuncio de productos comerciales. También fue empleado del Ayuntamiento de Camagüey.


En 1926, regresa a La Habana en busca de un cambio de vida. A través de algunas amistades, obtiene un trabajo en la Secretaría de Gobernación. Decide en esta época instalarse en la capital cubana. Allí se intensificaron sus intereses literarios e intelectuales y conoció a Federico García Lorca (quien había sido invitado por Fernando Ortiz a impartir unas conferencias).

En esa época conoce en La Habana al gran poeta negro estadounidense Langston Hughes, cuya amistad e influencia serían sumamente importantes para Guillén. En abril de 1930, escribe sus Motivos de son, que, al publicarse en el Diario de la Marina, lanzan al poeta novel a una especie de celebridad polémica, pero de amplia resonancia popular; la musicalización sucesiva de estos poemas por diferentes compositores, entre ellos Alejandro García Caturla y los Grenet, subrayó más aún la enorme acogida popular de sus textos. En otro sentido, la publicación de Motivos de son anudó su permanente amistad con otro poeta, también camagüeyano, Emilio Ballagas.



En 1931, publicó, gracias a haber ganado un premio de lotería, Sóngoro cosongo; poemas mulatos, un libro de mayor estatura artística y de vocación reflexiva sobre la cultura cubana. En 1932, Guillén recibe una carta admirativa de Miguel de Unamuno: es la confirmación de su vocación poética.

Entre 1931 y 1934, Guillén va madurando gradualmente su modo de ver y analizar la realidad cubana e incluso caribeña. En 1934 se produce en Cuba el golpe militar del jefe del ejército, Coronel Fulgencio Batista Zaldívar. La situación política y económica del país es convulsa y está sujeta a la política de intervención de los Estados Unidos. En este año, su nuevo poemario, West Indies, Ltd., da cuenta de su crecimiento intelectual, que lo orienta hacia posiciones cada vez más críticas sobre el desequilibrio social y económico de su país. En 1936 Guillén se incorpora al grupo de redacción de la revista Mediodía en la cual el poeta llega a tener una influencia marcada y en la que colaboran intelectuales de la importancia de Carlos Rafael Rodríguez.


Concierto de Nicolás Guillén, Ana Belén y Víctor Manuel en Cuba (1980)


Vinculado a otra importante figura cultural y política del momento, Juan Marinello, Guillén viaja a México el 19 de enero de 1937, para participar en el congreso organizado por la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios de México.

Su estancia mexicana le produce honda impresión y le permite vincularse con artistas como Silvestre Revueltas, José Mancisidor, Diego Rivera, Alfaro Siqueiros y otros. Publica entonces un poemario de fuerte entonación popular, Cantos para soldados y sones para turistas, con prólogo de Juan Marinello. También publicó en México su poema España. Poema en cuatro angustias y una esperanza.



Guillén viaja a España en 1937 para participar en el II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura, en Barcelona, Valencia y Madrid. En ese país, en plena guerra civil, se vincula con lo más destacado de la intelectualidad española. Allí, Manuel Altolaguirre edita su libro España. Poema en cuatro angustias y una esperanza. Conmovido por cuanto ve y experimenta en la España de la guerra civil, Guillén ingresó en el Partido Comunista, en el cual militó hasta su muerte.

En España, por lo demás, se relaciona con Antonio Machado, Miguel Hernández, Pablo Neruda, Iliá Erenburg, Rafael Alberti, César Vallejo, León Felipe, Juan Chabás, Octavio Paz, Tristán Tzara, Anna Seghers y reanudó trato con Ernest Hemingway, a quien conoció en Cuba.

De vuelta a su patria, acompañado por León Felipe, enfrentó una situación difícil, entre otras razones porque «el Partido Comunista se hallaba en plena ilegalidad» y por la inestabilidad económica y política del país. En 1940, Guillén se presenta, sin éxito, como candidato a las elecciones para alcalde de la ciudad de Camagüey, por el Partido Unión Revolucionaria Comunista.



Entre 1939 y 1941 el poeta tuvo que dedicar buena parte de su tiempo a una intensa labor política y cultural en el equipamiento del periódico Hoy, así como en tareas del Frente Nacional Antifascista, del cual era dirigente.

En 1942, el poeta Jacques Roumain, director del Instituto de Etnología de Haití, lo invita a ese país, al cual viaja Guillén como enviado cultural del gobierno cubano, como delegado del Frente Nacional Antifascista y como redactor del periódico Hoy. En marzo de 1944, Guillén funda la revista cultural Gaceta del Caribe, con José Antonio Portuondo, Mirta Aguirre, y Ángel Augier, la cual, a pesar de su indudable estatura literaria y cultural, apenas alcanza a sobrevivir hasta los dos últimos meses del año.


El 19 de noviembre de 1945, Guillén inicia una gira por América del Sur, misma que habrá de ser fundamental en su proyección continental y en el desarrollo posterior de la perspectiva americanista de su obra. Visita Venezuela, Colombia, Perú, Chile, Argentina, Uruguay, Brasil. En todos estos países sostiene intercambios con lo más destacado de los artistas e intelectuales y se profundiza su visión de América. En 1947 publicó en Buenos Aires El son entero.



Su Elegía a Jesús Menéndez llega en 1951, en homenaje al líder obrero cubano, con quien había mantenido amistad y colaboración. Ese año participa en el Consejo Mundial por la Paz, en Praga y en Viena. Al año siguiente, viaja a la Unión Soviética, a la República Popular China y a Mongolia.

En Cuba escribió sus Coplas de Juan Descalzo y publicó su Elegía cubana. La situación política cubana, cada vez más difícil después del golpe de estado de Fulgencio Batista, se ha hecho insostenible para él. En 1954 viaja a Estocolmo, para el Congreso de la Paz, y recibe el Premio Stalin de la Paz. En 1956 viaja a París, Bucarest, Varsovia, Budapest, Praga, Bruselas. La situación política de la isla lo ha convertido en un exiliado, que en su patria estaría condenado a prisión por la dictadura.

En 1959, el triunfo de la Revolución Cubana lo sorprende en Buenos Aires, donde se había publicado recientemente La paloma de vuelo popular. De inmediato, regresa a Cuba.

En el año 1961 se realiza en La Habana el Congreso en el que se funda la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), de la que Guillén resulta electo presidente, cargo que ocupará hasta su muerte. Asimismo, mantiene su activa militancia en el Partido Comunista de Cuba. Como presidente de la UNEAC, tiene una participación directa y sistemática en toda la vida artística y cultural de Cuba.



En 1962 publicó Prosa de prisa, recopilación de sus textos periodísticos, crónicas, comentarios, etc. En 1967 publicó El gran zoológico, y en 1969 Cuatro canciones para el Che. En 1972 aparecieron La rueda dentada y El diario que a diario. Ese mismo año se le concedió en Roma el premio Viareggio.


Guillén reivindica la cultura negra dentro de los procesos de mestizaje y transculturación, en lo que denominó el «color cubano», ni negro ni blanco: mestizo, rasgo distintivo de toda Latinoamérica. Se le conoce como el poeta del son, ritmo y baile típico de Cuba.

Falleció en 1989 en La Habana, siendo considerado el poeta nacional cubano.

En 1983 se convirtió en el primer galardonado con el Premio Nacional de Literatura de Cuba.





Fuentes: Fundación Nicolás Guillén, Dime Cuba & Biografías y vidas.

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