Hay que estar alerta a los pensamientos, sentimientos, sueños, emociones... Y saborearlo todo; disfrutar de las cosas pequeñas.
Mi optimismo, el yoga y ese momento final de relajación, mi sed de exprimir las horas, mi afán constante de hacerme los caminos a la luz tienen mucho que ver con mi forma de ver la vida en los últimos años. Pero no siempre fue así... Una va llegando a advertir lo que tiene conforme pasa el tiempo.
Creo fervientemente en las energías y siento que lo positivo atrae lo positivo. Además, intento sacar fuera de mi entorno (lográndolo casi siempre) todo lo que me desgaste y traiga aires de negatividad... Un ejercicio difícil pero no imposible.
Este espacio de vida es muy corto y quiero gozármelo a tope.
Los abrojos del camino siempre estarán. La cosa está en saltarlos o arrastrarlos contigo.
La vida es sencillamente fascinante.
Abrazos cercanos de luz.
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