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La gestación de ese gran álbum de Joan Manuel que data de 1981: "En tránsito"

Actualizado: 28 abr 2022

Tras el álbum en catalán Tal com raja, de 1980, Joan Manuel Serrat inaugura la década de los ochenta con el disco en castellano En tránsito. En los créditos de ambos aparece una figura inédita en la discografía de Serrat, la de productor, que corresponde a Rafael Moll.

Nadie había ejercido nunca como productor de Joan Manuel Serrat hasta la llegada de Rafael Moll. Ricard Miralles, Juan Carlos Calderón, Josep María Bardagí o Anton iros Marbà siempre figuraron como directores musicables y/o arreglistas. “Quedar como el único productor de Joan Manuel es una de mis pequeñas vanidades”, señala Moll.



“Hasta entonces siempre había trabajado con gente que empezaba, com Sisa o la Dharma, y pensé que me apetecía mucho hacer algo con un artista que ya estuviera funcionando. Yo no conocía a Serrat, pero conseguí una cita con él en su casa y le ofrecí producir un disco suyo. Fue una situación curiosa, la verdad, llegar y soltarle eso. Él sabía lo que había hecho yo, y a los 20 minutos me dijo: ‘Vale, me produces tú el próximo disco’. Pensé que se olvidaría, pero al cabo de unos meses me llamó y empezamos con el Tal com raja”.


Moll afrontó la tarea de trabajar con Serrat con el ánimo de renovar su sonido. “Había una canción de su anterior disco, Por las paredes, que me parecía estupenda, pero no me gustaba cómo estaba tratada. Los de Joan Manuel eran discos muy bien hechos, pero yo pensaba que sonaban como muy antiguos. Y quise meterme en el concepto general del disco y de las canciones, supervisando y dando ideas”. La aparición de Moll coincidió con lo que Serrat describe como “la desaparición de mi censura interior”, que me hace volverme quizá más satírico, con un lenguaje más duro”.



Tanto en Tal com raja como en En tránsito hay un bloque de grupo que perdura: “Era un conjunto estable, los cinco magníficos: Bardagí a la guitarra, Kitflus con los teclados, Francesc Rabassa y Jordi Clua a la baterñia y el bajo, y Ricard Miralles haciendo los arreglos y tocando el piano. Eran unos pájaros de cuidado, pesos pesados. Además había amistad: todos nos sentimos retratados en Las malas compañías”, comenta Moll en referencia a la canción de En tránsito en la que Serrat habla con cariño de sus amigos “atorrantes” y “sinvergüenzas”. Ambos álbumes responden al mismo concepto, aunque, señala Moll, “En tránsito estábamos más rodados y está más elaborado, porque había más presupuesto y tuvimos más tiempo”.

Las canciones de En tránsito se ensayaron, como la mayor parte de los discos en castellano de Serrat hasta entonces, en el madrileño hotel Barajas, y se grabaron en los estudios Eurosonic. Tanto el título como las fotografías – que curiosamente no están acreditadas y muestran al cantautor en la sala de espera de un aeropuerto – sugieren un viaje, pero no en el sentido físico. “Es un tránsito vital”, explica Moll, “pero Serrat no pretendía pontificar, sólo queríamos hacer buenas canciones, sin ser muy trascendentales”.


Los resultados comerciales de En tránsito fueron propicios gracias a un puñado de temas que pasarían a engrosar la enorme lista de éxitos serratianos. No hago otra cosa que pensar en ti, Esos locos bajitos, Hoy puede ser un gran día… Pero no todo el mundo tuvo fe en este álbum. “Pasó una cosa estupenda”, apunta Moll entre risas, “y es que a la casa de discos no le gustó. Volvimos de Madrid en tren, con la cinta con el disco acabado y, casi sin haber dormido, fuimos a las oficinas de Ariola en Barcelona para que lo oyeran. Al terminar la escucha se produjo un silencio absoluto. No es que no les gustara, pero les pareció poco comercial. Joan Manuel se cogió un rebote que no veas…”.


El anuncio de las compresas y el reencuentro


En marzo de 1982 comienza a emitirse un anuncio de televisión de una marca de compresas en el que suena Hoy puede ser un gran día. Serrat salta a la palestra y da dos ruedas de prensa en las que afirma que no ha tenido ni parte ni arte en este desagradable asunto. Sus abogados emprenden acciones legales y consiguen que el spot deje de emitirse. Se termina señalando a Rafael Moll como el responsable de haber autorizado el uso publicitario de la canción.

Aun hoy en día, Moll prefiere no hablar de ello (“es un tema triste”).El incidente provocó la ruptura entre el cantautor y su productor, aunque años después volverían a encontrarse. Ocurrió en 1996, con motivo de Banda sonora d’un temps, d’un país, el homenaje serratiano a la nova cançó catalana, en que Rafael Moll ejerció como productor. “Estoy contento de este disco, pero no me entusiasma como En tránsito: ya se había descubierto el [programa digital ahora universalmente usado en la grabación de discos] Pro Tools y queríamos meter muchas cosas, repetir las voces para que quedaran perfectas… Así se rompe la mística de la grabación, la energía de un grupo. No estoy en contra de lo digital, pero se abusa de ello”.


Fuente: Palabras hechas canciones. El País.


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