Sería imposible creer que Joan Manuel Serrat no fuera un real rompecorazones. Es casi como intentar convencer a alguien de que David Bisbal, Joaquín Sabina o Alejandro Sanz no despiertan pasiones irrefrenables en el público, y no solamente por lo que significan en escena. Si analizamos algunos ejemplos, entre los que también podríamos incluir al espectacular Julio Iglesias, podríamos coincidir en que todos tienen algo en común más allá del talento vocal e interpretativo y sin lugar a dudas eso es el poder de seducción que todos comparten.
Parece que una condición fundamental para convertirse en artistas integrales o en verdaderos representantes del arte y la cultura, es tener esa capacidad de hechizar al público y vaya que los mencionados lo hacen. Y es que realmente cuesta imaginar que sus poesías pudieran ser cantadas por cualquiera y generar las mismas emociones que ellos en quienes escuchan. Probablemente esa magia sutil es el componente que los hace ser quienes son.
El oriundo de Barcelona ha triunfado en los confines del planeta y es uno de esos artistas que trasciende generaciones. Comenzaron escuchándolo los abuelos y hoy los nietos lo reconocen como un baluarte fundamental e importantísimo en la perpetuación de la cultura popular. En ese contexto muchas mujeres han caído rendidas a sus pies, quizás porque practicaban el peligroso ejercicio de imaginar que la poesía las tenía a ellas como destinatarias; y no todas son anónimas.
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Marisol fue quizás con quien Joan Manuel Serrat se inició en la materia y antes de conocer a Mercedes Doménech, tuvo un romance pasajero con Lolita Flores. Esto sucedió en la década de los setenta pero algunos allegados a ambos artistas han asegurado que solamente se trató de algo platónico por parte de la hija de “La Faraona”. El cantante de “Lucía” por aquellos años estaba en su mayor apogeo y no es difícil pensar que alguien de su mismo palo lo viera con ojos de puro amor. Lamentablemente, él no estaba con la cabeza lista como para asumir demasiados compromisos y todo finalizó en menos de lo que canta un gallo.
Si por sólo un momento nos tomáramos el trabajo de pensar a ambos cantantes juntos y enamorados en la actualidad, no pararíamos de flipar. Y es que pocas cosas hay tan lindas como ver que una pareja que se desempeña en los mismos ámbitos laborales, combina a la perfección y lejos de hacerse sombras se potencian uno a otro. Eso es lo que seguramente hubiese sucedido si Joan Manuel Serrat hubiera correspondido al amor de la hermana de Rosario y por estas horas tendríamos cientos de interpretaciones y álbumes conjuntos al estilo de “Mediterraneo”, actuación que hicieron en 2014 para TVE y que encantó a todo el mundo. “Y te acercas y te vas, después de besar mi aldea, jugando con la marea. Te vas, pensando en volver” le cantaba Lolita a su colega quizás evocando épocas que aunque fugaces, significaron mucho para los dos.
El tiempo ha pasado y con él, “el chico de pueblo” ha logrado sentar cabeza, probablemente porque encontró a la mujer de sus sueños en Candela Tiffón, una persona maravillosa que lo ha acompañado durante su carrera. Siempre se ha mostrado muy reservado con todo lo concerniente a su vida privada y en éste vínculo no ha sido la excepción, estrategia que posiblemente es la causa del éxito del amor.
Joan Manuel Serrat se ha enamorado mucho y eso es algo que no dudaba en reconocer públicamente y hasta admitía que lo han tratado mejor de lo que él las ha tratado. Sin embargo está a la vista que son más las veces en que él ha enamorado.
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Fuente: Minuto..es
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