Ashley Branstead (Lorraine Pilkington), una chica músico que vive en Londres, comienza lo que parece ser una mañana desagradable.
La película tiene grandes personajes, situaciones y diálogos. Me recuerda a una de las primeras películas de Woody Allen. La película trata sobre esta músico en apuros que tiene un feo encuentro con un hombre en una parada de autobús para tener otro excelente unos minutos más tarde. El segundo encuentro es con un hombre llamado a Michael (Finlay Robertson), un peculiar extraño que la convence a unirse a él en un día de diversiones indulgentes y conversación estimulante, llevando a Ashley a uno de los días más grandiosos que haya tenido. Sin embargo, Michael tiene un secreto que teme que pueda cambiar la impresión que Ashley tiene de él. Además, tenía un final que podría haber sido exagerado debido a la acumulación, pero termina siendo muy satisfactorio, como el resto de la película.
Dirigida por el debutante Evan Richards, este caprichoso y romántico drama (independiente) ha embolsado una gran cantidad de premios en el circuito de festivales y ha ganado elogios de la prensa Richards.
Me gustó; es una linda esta película. 'Cute'.
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