La inocencia o culpabilidad de Woody Allen ha sido uno de los debates más activos en el mundo del cine, dividido entre aquellos que creen la acusación de abusos sexuales vertida por su hija Dylan cuando tenía 7 años y los que creen el argumento del director. Desde 1993, Allen acusa a Mia Farrow de haber manipulado a la niña en venganza por haberse enamorado de su otra hija, Soon-Yi.
Sin embargo, casi tres décadas más tarde, podría haber llegado el momento de posicionarse. Y no precisamente a favor de Woody Allen.
Allen v. Farrow es la nueva serie documental de HBO que no sólo reabre el debate sino que otorga la oportunidad de escuchar toda la versión de Dylan como nunca la habíamos escuchado. El primero de los cuatro capítulos ya está disponible en la plataforma y tras haberla visto completa puedo asegurarles que no va a dejar indiferente a nadie.
El caso de los supuestos abusos sexuales que lleva casi tres décadas sembrando la duda sobre la figura de Woody Allen añade otro fascículo más a su extensa historia mediática. Pero esta vez lo hace con el capítulo más revelador y contundente de todos a través de una serie documental que da el espacio suficiente para que la hija adoptiva del director y su madre revelen su versión con todo lujo de detalles.
Para ponernos en situación, recordemos que Mia Farrow llevaba 12 años con Allen y había participado en más de una decena de sus películas cuando descubrió fotos pornográficas de su hija Soon-Yi Piven en el escritorio del cineasta. Poco tiempo más tarde, la hija que había adoptado con Woody, Dylan, lo acusó de haber abusado de ella en el ático de la casa de su madre.
De esta manera, en el primer episodio de Allen v. Farrow, Mia Farrow toma el protagonismo para contar su historia de amor, el inicio de la relación y cómo poco a poco el director comenzó a formar parte de su familia a pesar de no tener ningún interés en ser padre (ella ya tenía siete hijos). Ni siquiera cuando adoptaron a Dylan. La decisión de la pareja fue que toda la responsabilidad sería de Mia mientras él seguía viviendo en su apartamento de soltero.
Sin embargo, tanto la actriz de La semilla del diablo como personas allegadas a su familia cuentan lo mucho que se sorprendieron al ver que Woody comenzaba a dar pasos paternales y creaba lazos con los niños. Sobre todo con Dylan. Y así, el episodio se adentra en desvelar detalles desconocidos hasta ahora, como la atención extrema que el director habría dado a la pequeña hasta el punto de disparar las alarmas de varias personas que veían su actitud un tanto preocupante. Cuentan que estaba continuamente a su lado, que incluso la alejaba del resto para estar a solas con ella, llevando a que Mia Farrow le pidiera que viera a un psicólogo para tratar el asunto.
Allen v. Farrow ahonda en todos los detalles de la relación desde las declaraciones de Mia Farrow, Dylan, amistades y familiares, pero con una contundencia que jamás habíamos visto hasta ahora al contar con fotografías personales y vídeos caseros que aportan veracidad a sus palabras. Además, la serie recurre a entrevistas del pasado y la propia narración que el director hizo sobre su adoración por la niña en su libro A propósito de nada.
Además de los testimonios, la serie también incluye grabaciones de conversaciones telefónicas entre Allen y Farrow y los famosos vídeos que la actriz filmó con la declaración de la niña en los días siguientes al supuesto abuso. Y no sólo resulta estremecedor ver a la pequeña contando su versión, sino que también despeja ese halo vengativo que el argumento de Woody Allen mantuvo sobre Mia Farrow al tacharla de manipular la situación.
Los detalles son revelaciones que se irán conociendo a medida que avanza la serie, pero cada capítulo repasará las diferentes etapas del caso, desde la acusación a la investigación, pasando por detalles oficiales como las conclusiones de especialistas, trabajadores sociales y el mismísimo fiscal, incrementando la sombra de la duda a cada minuto.
Recordemos que después de que su hermano Ronan destapara el escándalo de Harvey Weinstein en el reportaje publicado en New Yorker, Dylan decidió seguir sus pasos y plantar cara al mundo contando su historia a través de artículos escritos por ella misma y entrevistas. Pero nada se antoja tan contundente como esta serie documental. Si bien aquel primer paso llevó a que muchos actores se arrepintieran de haber trabajado a su lado -como Kate Winslet, Greta Gerwig, Rebecca Hall, Timothée Chalamet y Colin Firth- e incluso Amazon optó por dar por terminado su contrato, el director siguió rodando películas en Europa mientras el mundo seguía aparentemente dividido entre las dos versiones.
Pero Dylan ya no es la niña de 7 años que tuvo que explicar lo sucedido a policías, médicos y trabajadores sociales en repetidas ocasiones, o la adolescente que tuvo que crecer viendo cómo el mundo veneraba a su padre mientras pocos creían su versión de los hechos. Ahora es una mujer de 35 años que quiere romper las barreras del trauma que mantiene haber sufrido y contar su verdad. Y lo hace junto a su madre en esta serie documental que podría arruinar definitivamente la imagen de Woody Allen. Y es que ya no estamos en 1993, y la cultura de señalar a las víctimas como mujeres vengativas sin credibilidad alguna ha cambiado de manera rotunda.
Desde el nacimiento de los movimientos Time’s Up y #MeToo, los oídos del mundo están más abiertos que nunca, se ha eliminado la barrera tabú de la tachada “histeria” femenina para desvelar una realidad de abusos aterradora en los pasillos de Hollywood. Y la verdad según Dylan y Mia, con todos sus detalles, pruebas y confesiones, parece llegar en el momento justo.
De momento, Woody Allen (85) y su esposa (50) ya se han pronunciado. A través de un comunicado publicado en "Deadline", tachan a la serie documental de "un ataque plagado de falsedades", criticando a los responsables de "no tener ningún interés por la verdad" tras haberles contactado hace dos meses y darles "unos días para responder". Se reiteran en mantener la inocencia de Woody recordando las agencias que investigaron el caso en su momento "y que no encontraron que había tenido lugar ningún abuso". Sin embargo, la serie también se encargará de explicar dichas investigaciones en próximos episodios aportando otra versión con el apoyo de varios especialistas implicados.
Si "Framing Britney Spears" está provocando la revolución de la conciencia popular como espectadores del acoso que sufrió la cantante en sus horas más bajas, así como el análisis de su papel de víctima dentro de una industria misógina, ahora llega Allen v. Farrow para volver a poner el ojo sobre Hollywood reabriendo el debate de un caso que ha dividido al mundo ante la influencia que el director y su cine han tenido sobre diferentes generaciones.
Desde 1993 y hasta hace apenas unos años, Hollywood mantuvo su posición como aliada de Woody Allen, pero ahora las cosas han cambiado. Allen v. Farrow es tan arrollador que es muy probable que una vez que el mundo haya visto sus cuatro episodios la historia pueda tomar un rumbo más rotundo.
El primer capítulo de Allen v. Farrow está disponible en HBO España, mientras que el resto se estrenará cada lunes, uno por semana.
Fuente: Vida y estilo.
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