La película empieza con escenas de los años 70 en Israel, donde Bruno (Max Mauff), un joven alemán, ha llegado a un Kibutz para entregar una carta de su madre muerta al padre biológico que nunca conoció. Después de alguna resistencia, Avi (Rami Heuberger) accede a leer la carta y le dice a su hijo la historia de su concepción.
La película cuenta con un envolvente trama: el contraste entre el campesino borracho y el sensible judío. Aunque no un mal compañero, el granjero Fritz (Hans-Jochen Wagner), es crudo y brutal. Su esposa, Emma (Brigitte Hobmeier), no quiere correr riesgos y no quiere tener nada que ver con ocultar a un judío en su casa.
Una vez Fritz abandona la idea de ser testigo de la impregnación y una vez Albert (Christian Friedel), como se llama el joven Avi, cautiva a Emma con poesías y música clásica y, además, resulta muy bueno entre las sábanas, ella se enamora perdidamente del joven que se niega a compartir sus sentimientos.
El suspenso es creado por las frecuentes visitas del recién promovido jefe de las fuerzas nazis locales (Thomas Loibl), un viejo amigo de la familia, y por las emociones cada vez más complicadas entre este trío impar unidos por las vicisitudes del amor y la guerra'.
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