Cuando pensamos en el clásico facial de spa nos vienen a la cabeza un sin fin de ungüentos y cremas aplicados de escote para arriba. Lo que seguramente no imaginamos es que todos esos aceites puedan estar destinados a la zona vulvar. Sin embargo, el llamado facial vaginal, o como bautizan en la serie The Bold Type de Netflix, vajacial, se refiere a tratamientos de belleza para la zona íntima con el fin de hidratar, reafirmar y mejorar su piel. En otras series como Insecure en HBO la protagonista también decide probar este tipo de cuidados. Cremas hidratantes, exfoliantes, luz LED o vapor. Varios son los productos y aparatología que se utilizan para embellecer una piel que es la más fina y delicada de todo el cuerpo. Lo explica la Doctora Ana Molina, divulgadora y profesora de dermatología en la Universidad Autónoma de Madrid. “Incluye zonas recubiertas por piel, como los labios mayores, pero también por mucosas, como los labios menores y la entrada de la vagina. Es un área más sensible que el resto de la piel, es generalmente más oscura, por la fricción y la influencia hormonal. Tiene un olor diferente, ya que cuenta con unas glándulas sudoríparas especiales llamadas apocrinas, que producen un sudor más espeso, el cual contiene principalmente grasas, proteínas y productos de degradación de la testosterona. A su vez el pH es diferente al del resto y necesario para mantener una flora específica, por lo que su alteración puede favorecer el desarrollo de infecciones”. Ahora bien, ¿en qué consiste exactamente el facial vaginal?
Ojo con las preparaciones caseras
La tendencia viene de Inglaterra y se está popularizando en Manhattan, donde en algunos salones o spas realizan los mismos pasos que en un tratamiento facial convencional: limpieza con vapor, exfoliación, hidratación, mascarillas y luz LED con un fin antibacteriano. Y no son pocos los tutoriales en youtube que muestran cómo la combinación de productos caseros, como clara de huevo, pepino, miel y aceite de coco consigue una vulva más joven. Es lógico pensar que si la piel envejece y la de esta zona es más fina y frágil, en parte por estar sometida a constantes depilaciones, recibirá de buen grado la cosmética oportuna. Así lo cree Ana Molina. “Cuidar de la zona íntima, mantener buena higiene e hidratación es necesario. El problema es que existen muchos tipos de vajacial, que se pueden realizar en casa o en consulta. Algunos tratamientos están bien planteados, mientras que otros incluyen kits de venta domiciliaria con activos irritantes. Además, aplicar comida en esa zona aumenta la probabilidad de sufrir una dermatitis de contacto o una infección. Tampoco me parece oportuna la exfoliación, ni química con ácidos ni física con dermoabrasión, pues igualmente podría favorecer la irritación y el picor. Lo ideal es acudir a un centro médico con garantías y experiencia. Hoy en día ya existen incluso unidades especializadas en las que trabajan dermatólogos y ginecólogos de forma coordinada”, asegura. En el caso del protocolo realizado en spa, suele incluir la aplicación de vapor como si de una higiene facial se tratara. Para la doctora Isabel Vielsa, ginecóloga de las Clínicas Eva, podría ser bueno, pues el calor, dice, aumenta la circulación, y a la vez que tonifica mejora los dolores de la regla. En cambio para la dermatóloga, el calor y la humedad que este produce pueden incrementar un ambiente tropical que se convierta en caldo de cultivo para hongos y otras infecciones cutáneas. También es importante la hidratación, sobre todo la de los labios mayores. La aplicación de masajes con aceites aromáticos y vitaminas mejoran su aspecto”. Y como señala Vielsa, no perdamos de vista el vello, que tras la depilación puede quedar enquistado. Habría que esperar un par de semanas para mimar la piel local, pues, como apunta la doctora Molina, “la eliminación del vello de la zona íntima ya supone una agresión de piel y mucosas, por lo que es mejor no realizar más procedimientos simultáneamente que favorezcan la hipersensibilidad o las infecciones, como masajes, calor local o humedad mediante saunas o vapores”.
Spas versus centros médicos
En nuestro país aún no existen centros dedicados en exclusiva al tratamiento cosmético del área genital, pero sí clínicas médicas y centros de belleza donde se realizan tratamientos rejuvenecedores de la zona en cuestión, tanto a nivel interno, de suelo pélvico, como externo. Como apunta Natalia de la Vega, directora de los centros Tacha Beauty, que acaba de inaugurar un nuevo espacio en Marbella, “las opciones van desde la radiofrecuencia Indiba a los infrarrojos (como Termolínea) o el láser, capaces de producir nuevo colágeno y reafirmar, mejorando la calidad de la epidermis. “También empezamos a utilizar sérums rejuvenecedores, porque de la misma manera que necesitamos estos productos en el rostro, nos hacen falta en una zona tan delicada a partir de cierta edad, pues se produce atrofia por el paso del tiempo, los cambios hormonales, la menopausia y los partos. Y curiosamente, es una piel que no cuidamos nada, no aplicamos cosméticos”. En sus centros, la experta cuenta con un producto específico de la firma Bárbara Sturm llamado V Drops a base de pre y probióticos para mantener el microbioma y equilibrar la barrera cutánea local, y firmas de farmacia como Isdin incluyen lociones hidratantes y calmantes. La dermatóloga Ana Molina opta por las inyecciones de ácido hialurónico para mejorar la hidratación, y el láser CO2 para mejorar el tono y prevenir la laxitud vulvar.
Fuente: El País. Por Silvia Capafons
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