Es un viejo compañero. Ese taburete lo rescaté de un tugurio, me lo llevé de un local nocturno y viene conmigo desde hace cincuenta años. Viaja muy cómodo, en una caja preparada para que los golpes no le afecten. Se lo merece. No viaja en primera clase porque no me lo dejan subir.
-Joan Manuel Serrat-
La barra de la discoteca barcelonesa Bocaccio era punto de reunión en los 70, de lo que se denominó la “gouche divine”, gente intelectual o profesional contrarios a Franco. En lugar de reunirse asambleariamente como los obreros, lo hacían en un ambiente con música y con una copa en la mano. En esa sala se forjaban contactos, conciertos, mecenajes, apoyos clandestinos, ediciones prohibidas, etc
Oriol Regas, amigo de Serrat, era el propietario de esta discoteca que abrió sus puertas en 1967 y las cerró en 1986.
Serrat era asiduo del lugar, y alli se encontraba con gente de la música, pero también con arquitectos, periodistas, modelos, que pensaban que había que conquistar la democracia y las libertades.
Cuando se cerró la discoteca, Serrat se llevó de recuerdo uno de los taburetes, ese que lleva por todo el mundo y a todos los escenarios, compañero de viaje y amuleto.
Así pues, el taburete de Serrat tiene historia, tiene muchos años, pero el Nano lo mima, lo lleva en una caja especial y lo manda a restaurar con regularidad.
Fuente: Serrat Multimedia
Texto de Joan Baeza.
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