Entre los estados de España y Francia se alzan los Pirineos. En sus alrededores, a parte del español y el francés, tres lenguas minorizadas tienen una presencia muy relevante: el occitano, el catalán y el vasco (euskera).
Occitania es un territorio dentro del estado francés. Situada en el sur, fue una zona muy rica y próspera durante la Edad Media, enclavada entre francos (en el norte), vascos y castellanos (en el suroeste), catalanes (en el sur) y piamonteses (en el este). El occitano, la lengua d'oc, es una lengua románica. Gozó de una vida próspera en el siglo XII gracias a la popularización de las composiciones de los trovadores occitanos, aristócratas que componían canciones con las que explicaban sus historias de forma poética. La moda trovadora se expandió entre los aristócratas del momento, como se puede ver en el mapa. En Cataluña apareció el fenómeno del trobador, en Castilla y Portugal el trovador, en Francia el trouver cantando con lengua d’oil, antiguo francés; e incluso en regiones de las actuales Italia y Alemania, donde aparecieron los minnesingers.
Siglos más tarde, después de influenciar la producción musical vocal profana de toda la Europa Septentrional, el occitano cayó en declive e incluso fue perseguido por el estado francés y desterrado en zonas rurales de los Pirineos. Actualmente, hay algunos grupos de música que están recuperando canciones tradicionales en lengua d’oc y un extenso repertorio de danzas occitanas.
El catalán se habla en diferentes territorios dentro del estado español (en el este) y francés (en el sureste). Esta otra lengua románica aparece con la reconquista cristiana de las tierras del noreste de la Península Ibérica que estaban en manos árabes desde el siglo VIII. Con el tiempo, esta zona conformó la corona catalano-aragonesa, región fronteriza entre el Al-Ándalus árabe enclavado en el sur de la Península Ibérica, y los occitanos en el norte; por lo tanto, una región rica en intercambios culturales. En el siglo XIII, el rey Jaume I encabeza la conquista de Zaragoza, y de los Reinos de Valencia y las Islas Baleares (Reino de Mallorca), aun en manos sarracenas. Mientras que sus sucesores, expanden la corona catalano-aragonesa por Cerdeña, Sicilia, Nápoles y algún enclavamiento griego.
Después de unificar la corona castellana con la catalano-aragonesa y de diferentes conflictos internos y externos, los territorios de habla catalana quedan partidos en el siglo XVII con los Pirineos, entre el estado francés y español; y en el siglo XVIII el catalán es perseguido por la corona española bajo el Real Decreto de Nueva Planta. En el siglo XIX e inicios del siglo XX hay un resurgir de la cultura catalana en Cataluña, que queda cortado tras la Guerra Civil y la persecución del catalanismo bajo el Régimen Franquista (1936-1975).
Actualmente el catalán se habla en Cataluña, Valencia, las Islas Baleares y Andorra, donde es lengua oficial; aunque ha dejado un pósito cultural importante en otras regiones como el Rosellón (en la región de Perpiñán, Francia) o el Alguer (ciudad de Cerdeña).
El País Vasco (Euskal Herria) es un territorio dentro de los estado español (en el norte) y francés (en el sureste). De los vascones ya hablan las crónicas celtas y romanas, como una civilización guerrera que se extendía por el norte hasta Burdeos (actual Francia) y por el sur hasta Zaragoza. Aunque con las invasiones romanas y musulmanas quedaría el territorio muy mermado. De su historia medieval destaca una gesta que originó un famoso cantar de gesta, la Chanson de Roland; una gran victoria vascona sobre el ejército de Carlomagno. A partir del siglo IX, se forma el Reino de Navarra, hasta que el en siglo XVII Francia y España se disputan su control.
Después de años con un régimen especial dentro de España, su autonomía queda rota con la llegada del Franquismo, aunque restablecida en parte con el estado de las autonomías español actual.
Si bien no es una región mediterránea, como tampoco sus orígenes que son más bien anglosajones, actualmente es una cultura que está en contacto con otras culturas del Mediterráneo, como la catalana o la occitana, a las que influencia a la vez que éstas la influencian. Una relación de ida y vuelta que convierte a la cultura vasca en una cultura muy próxima a la región mediterránea.
Pol Ducable Rogés, musicólogo
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