Hay momentos/circunstancias en las relaciones interpersonales (ya sean familiares o amistosas) que te colocan en situaciones que hacen que muchas veces se tambaleen las mismas, como si estuvieras haciendo equilibrio en un andamio.
Y, dependiendo de lo simple o lo profundo del fondo/meollo/raíz del asunto, sopesas las cosas; coges y dejas, continúas o cortas de raíz; cierras la puerta o la dejas entreabierta para que por alguna rendija se vuelva a colar lo que una vez fue. Pero siempre poniendo el corazón, ya sea para protegerlo de cosas que no están bajo tu control o para entregarlo a manos llenas.
Abrazos cercanos de luz.✨
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