Sí, claro que sé que no soy el ombligo del mundo ni el centro del universo, mi egocentrismo no llega a tanto.
... Pero mi manera de ir por la vida (modestia aparte) inspira a mucha gente de mi mundo. Puede que peque de vanidosa y de exagerada presunción, pero créanme que no hay más que sinceridad en mis palabras, aunque la humildad se esconda entre las letras.
Y lo exteriorizo porque, así como veo el mundo con infinitos senderos de luz (lo dice una persona que ha tocado fondo) les digo que podemos crear un mundo luminoso a nuestro alrededor y hacernos a la luz en vez de a las sombras.
No me hago mucho a las tristezas. La felicidad es mi estado natural.
Abrazos de la filósofa maeña.
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