top of page
Foto del escritorShayra

Adu, una realidad triste y engorrosa. Segundo largometraje de Salvador Calvo.

Actualizado: 8 jul 2020


Narrada como un tríptico acerca de la emigración, el filme abarca tres historias. Me recordó un poco a Babel y a Crash, aunque en este filme las historias no se entrelazan,

La que da título a la película y la que mejor de las tres es la de un niño de seis años que huye desde Camerún a España junto a su hermana primero y junto a un adolescente de Etiopía después.

Sufrí, me sudaron las manos, se me sobrecogió el corazón y dormí mal la noche en que la vi, pero no dejen de verla. Nos hace reflexionar y poner las cosas en perspectiva.

La actuación de Luis Tosar, como siempre, es muy buena. Pero la de los niños, Zayiddiya Disssou, Adam Nourou y Moustapha Oumarou (Mous).


De la historia de un niño en un orfanato de París nació Adú.

Salvador Calvo, el director, escuchó la historia de este niño lo ocurrido y quiso mostrar lo que hay detrás de la inmigración... Contar que hay niños que se prostituyen para conseguir el dinero con que pagar a las mafias, que muchos pierden a sus familias en el camino, que muchas veces consiguen llegar y que sus sueños acaban siendo pesadillas.

Moustapha Oumarou caminaba por una aldea africana en República de Benín cuando se cruzó con el director Salvador Calvo y Cendrine Lapuyade, la directora de casting. Los miró y les dijo: "Oye, blancos, ¿qué hacen aquí?". Su desparpajo los deslumbró. Habían encontrado a Adú, quien tuvo que aprender a nadar y a interpretar emociones para su primera aparición en la pantalla.

¡Yo me enamoré de este niño!


Fuentes: ABC, El País, Film Affinity




45 visualizaciones1 comentario
bottom of page