Sam Mendes, quien ganara el Óscar por mejor director con su Ópera Prima "American Beauty", se basó en una historia que le contó su abuelo, oriundo de Trinidades y Tobago, para escribir el guion junto a Krysty Wilson-Cairns, misma que dijo en su momento que había que entender el precio que tuvo la Primera Guerra Mundial, especialmente en lo que respecta al recuento estimado de víctimas, que ascendió a unos 22 millones de personas.
El filme se basa en el rol de mensajero durante la guerra, el trinitense Alfie Mendes, cuando sirvió en el primer batallón de la brigada de rifleros y en el que fue entrenado como señalador en Francia. Pasado el tiempo fue enviado a Bélgica con el resto de su batallón para recuperar la villa de Poelcappelle, que estaba sitiada por los alemanes. La batalla fue devastadora para los británicos: 158 de los casi 500 hombres de su batallón murieron, quedaron gravemente heridos o desaparecieron.
El líder del batallón pidió que un mensajero localizara a los sobrevivientes y volviera con la información; Alfred se ofreció voluntariamente. En su autobiografía explicó la decisión:
"Había hecho un curso de señalador y, aunque guardaba poca relación con esta misión, me sentí obligado para con el batallón".
La misión del señalador solía ser peligrosa y casi siempre solitaria. Sin embargo, en una de las escenas más maravillosas del filme, los dos personajes principales caminan hasta el cansancio cruzando la Tierra de Nadie, como dijo en algún momento el director, seguidos por la cámara en lo que resulta para el espectador como un plano secuencia. Curiosamente, en Trinidad y Tobago hay una playa que se llama Tierra de Nadie a la que sólo se puede acceder en bote.
En la historia contada por Alfred, éste determinó la ubicación de los heridos, con lo que facilitó su rescate. Por esta proeza recibió la Medalla Militar de Valentía, condecoración para los miembros del Ejército Británico de la Commonwealth por haber mostrado coraje en el campo de batalla. Tras su servicio militar, Alfie Mendes volvió a Trinidad y empezó a trabajar en el negocio familiar, donde se desempeñó como escritor y se sumergió en el mundo académico, literario y político.
1917 ha sido ampliamente elogiada como una película de unas fichas técnicas fuera de serie. Y créanme que lo es. No hay visibilidad de cortes, excepto uno oscuro a mitad de camino, como si se hubiese apagado la luz; un falso plano secuencia logrado a la perfección. Es una película tan desgarradora como extraordinaria cuyos personajes de dan a la tarea de una peligrosísima misión en el norte de Francia en un día, un solo día de abril del 1917.
Recomiendo que la vean en el cine. Esto es para verlo en pantalla gigante y con audio Dolby.
Muchísimas gracias, Daniela.
Gracias por la recommendatio. Es maravillosa y conmovedora la forma como lo describes esta pelicula , ya quiero verla.