Ese genero llamado salsa que cantan muchos, que ha dado fama a tantos, que se baila en el mundo entero, y que hay escuelas por doquier para lograr hacerlo bien, tiene un diseñador llamado Johnny Pacheco.
Este músico dominicano se valió de la guaracha, el guaguancó, el son, la pachanga y otros ritmos afrocubanos y le dió nuevos colores haciendo fusiones mayormente con jazz. A esta mezcolanza de ritmos lo denominó "Salsa".
A mi entender, profesionalmente hablando, esa es su mayor grandeza. No que es "cofundador de la Fania", como destacan todos los medios, sea poco mérito; claro que es loable, como también lo es su visión al juntar todas esas estrellas de la música y hacer tremendas producciones y brillantes direcciones. Todo eso tiene un mérito inconmensurable, pero nada como el legado dejado PARA SIEMPRE de la salsa.
A Jerry Masucci, como socio, apoyo económico y confianza que tuvo en el proyecto, le doy especial mención... Pero en el campo, con la pluma, en el estudio, en el escenario, Johnny era el hombre.
En 1972, con varias escenas en vivo de la Fania All Stars, se lanzó un filme que para mí, como para todos los jóvenes de la época, eufóricos y amantes de su música, representó una especie de Festival de Woodstock en pantalla gigante. Este film se tituló "Our Latin Thing".
Texto de Wilson Ramos.
Programa de audio cortesía de Chino Méndez.
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