De la decisión de Joan Manuel Serrat de musicar poemas del uruguayo Mario Benedetti nace "El sur también existe" (1985), el emotivo homenaje del cantante catalán a América latina, una región que le acogió con los brazos abiertos de par en par, incluso en situaciones tan peliagudas como su exilio en 1975, en el ocaso del franquismo. Por su parte, Serrat hace rato de vuelta todo ese cariño mostrando su apoyo en momentos trágicos como los golpes de estado chileno y argentino y sus consecuentes dictaduras.
Han sido casi 40 años de intercambios que empezaron sorprendentemente en Brasil.
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Con "El sur también existe", Joan Manuel Serrat trabaja por primera vez con un poeta vivo, tras los discos dedicados a Machado, Hernández y Joan Salvat-Papasseit. El cantante había descubierto a Benedetti en sus primeros periplos americanos, como le contó al crítico Antonio Gómez en 1985 (y repite Luis García Gil en el valioso estudio "Serrat, canción a canción"): "Al principio me regalaban libros de Machado y Hernández, no sé si por censura o por aplauso al trabajo que yo había hecho con ellos, y muy pronto empezaron a coincidir en regalarme libros de Mario Benedetti. Desde entonces me apasiona su poesía y su actitud ante la vida". El uruguayo, por su parte, también opinaba: "El trabajo que hicimos con Serrat fue una experiencia muy rica. Un estímulo adicional fue la sólida amistad que se generó en esa labor compartida. En realidad, me sentí muy estimulado con que un cantante del prestigio y la categoría de Serrat me propusiera esa tarea conjunta".
Salvo el del tema que da título al álbum, escrito expresamente por Benedetti, Serrat usó poemas ya existentes en los que se introdujeron algunos cambios para adaptarlos a la música y a las necesidades de un vocalista (por ejemplo, Joan Manuel lo descubrió lo poco eufórico que resultaba cantar el verbo 'exorcizar'). El cantante y el poeta se encontraron, antes de la grabación, en la isla de Mallorca, en sucesivas reuniones en la casa que ocupaba Benedetti en Pollença y en la de Tato Llenas -amigo de Serrat, que por aquel entonces trabajaba en su oficina-, en Cala Ratjada.
Finalmente, el disco se grabó en Madrid, en los estudios Eurosonic. Juan Vinagre, ingeniero de sonido, recuerda la presencia de Benedetti en las sesiones: "No sabía mucho de la grabación de un disco, pero creo que se lo pasó bien". Ricard Miralles, arreglista de "El sur también existe", se congratula de haber conocido al poeta, "un señor con asma, pequeño y con pinta de bondadoso. Estaba encantado, viendo cómo crecían sus maravillosos textos". Se interesó mucho por nuestro trabajo y decía que le parecía mucho más difícil hacer la música que los textos. Para él, resultaba un juego divertido el ver cómo las letras iban encajando", apunta el bajista Jordi Clua.
El final de este video siempre me emociona hasta las lágrimas.
Fuente: Palabras hechas canciones.
Palabras hechas canciones.
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