Lo llamaban “El Inolvidable” por el bolero que lo hizo famoso. Pero el apodo de Tito Rodríguez refleja también su lugar de honor dentro de la música afrocaribeña. Es difícil imaginar al mambo, el bolero y la salsa sin este virtuoso cantante, compositor y percusionista puertorriqueño que vivió solamente 50 años y sin embargo logró crear un legado descomunal.
Pablo Rodríguez Lozada empezó a cantar con grupos desde su adolescencia y en 1939, luego del fallecimiento de sus padres, decidió trasladarse a Nueva York, donde su hermano mayor, Johnny, se desempeñaba como músico. Tito llegó a la gran ciudad en un momento ideal, cuando una serie de agrupaciones integradas por cubanos y puertorriqueños comenzaban a fusionar los sonidos tropicales que sacudirían a la música.
En 1947, Tito formó su propia orquesta de baile, Los Diablos del Mambo. Se matriculó en la Juillard School of Music para estudiar vibráfono y percusión, y más tarde cambió el nombre de su banda, que en adelante se llamaría La Orquesta de Tito Rodríguez. Además de su liderazgo y sus talentos instrumentales, la voz satinada y el fraseo impecable de Rodríguez lo convirtieron en un popular cantante durante los años 1950.
Su rivalidad con Tito Puente fue particularmente intensa, como lo conmemora la canción ‘Avísale a mi contrario que aquí estoy yo’. Algunos entusiastas preferían a Rodríguez por su voz, mientras que otros consideraban a Puente el mejor arreglista y timbalero. Los dos directores de orquesta lucharon por ser el primero de cartel cuando compartían citas en clubes como el Palladium Ballroom. Si Rodríguez no hubiese sucumbido a la leucemia a la edad de cincuenta años, quién sabe por cuánto tiempo hubiesen continuado tratando de sobrepasarse el uno al otro.
Cuando se formó la orquesta de salsa y jazz latino "Fania All Stars", a Rodríguez se le invitó a tomar parte en la grabación de su primer álbum, pero se negó por su estado anímico debido a la enfermedad que padecía. Es, sin embargo, esta misma orquesta la que le rindió el primer tributo discográfico, en el año 1976.
Posteriormente, Danny Rivera, compatriota de Rodríguez, grabó un LP en homenaje al cantante que incluyó un dúo con la voz de éste. Igualmente, Chucho Avellanet, cuya carrera de bolerista fue impulsada por el éxito de Tito Rodríguez, de quien era amigo personal, grabó otro álbum de homenaje.
También en 1993, el cantante de salsa Gilberto Santa Rosa realizó otro álbum titulado "A dos tiempos de un tiempo" con nuevas versiones de boleros y salsa realizadas años atrás por Rodríguez, además de un tema especial dedicado al artista y otro a dúo con su voz.
Finalmente, en el año 2003 la compañía discográfica puertorriqueña Disco Hit retomó la idea de grabar la voz de Tito Rodríguez con guitarras y edita el álbum "El Inolvidable: boleros, voces y guitarras".
Fuentes: americansabor..org. y Wikipedia.
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