Juan Diego nos narra este fantástico documental y nos explica un poco el papel de la persecución de la raza gitana, "gente que tiene la persecución escrita en la sangre" y Camarón todavía es considerado uno de los pocos que lograba transmitirlo en su canto.
El gaditano admite en la pantalla que necesitaba estar ebrio para convocar al duende necesario. Y el hábito de fumar 80 cigarrillos al día, que finalmente lo mató, le enriqueció en lugar de destruir su voz. Su voz "evoca la desolación de su pueblo".
Camarón era considerado pálido y rubio entre la comunidad gitana -de ahí el seudónimo- y fue el responsable del Nuevo Flamenco, junto con sus socios habituales Paco de Lucía y Tomatito. Fue el paso entre lo estrictamente tradicional y los actos pop como los que montaban los Gipsy Kings. Los puristas lo reprendieron y su carrera fue más una montaña rusa que una trayectoria, pero siempre se recuperó: un minuto luchando contra la adicción a la heroína, el siguiente siendo cortejado por personas como Mick Jagger. El tiempo también fue crucial; la suya fue la época del enorme cambio cultural posfranquista.
Este hombre era un cantaor impresionante. Lo único malo es que muriera tan joven, a sus escasísimos 41 años.
Está en Netflix y lo recomiendo muchísimo.
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