Antonia María Teresa nació el 15 de octubre de 1936 en Ojo de Agua, Salcedo. La menor de las tres hermanas Mirabal se destacó por ser estudiante sobresaliente, heroína y ferviente luchadora contra la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo Molina.
Su indignación por la tiranía trujillista era a tal grado que no dudó en ser una de las mujeres que, en enero de 1959, confabuló en la residencia de Guido D’Alessandro (sobrino político de su hermana Minerva) para sentar las bases de lo que más tarde sería el movimiento insurgente 14 de Junio, con el que se derrocaría la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo el 30 de mayo de 1961 en la República Dominicana.
Clara en sus planteamientos, María Teresa decía que “En la lucha se arriesga la vida sin pensar en posibles beneficios personales pues el principal motivo por el cual luchamos es la anulación completa de los privilegios. Quizá lo que tenemos más cerca es la muerte, pero esa idea no me amedrenta: seguiremos luchando por lo justo”.
Mimada por sus padres y hermanas, fue una destacada estudiante que en 1954 llegó a graduarse de bachiller en matemáticas. Ese mismo año ingresó a la Facultad de Matemáticas de la Universidad de Santo Domingo hasta obtener el título de agrimensora (topografía agrícola).
Cuatro años más tarde, el 14 de febrero de 1958, a la edad de 24 años contrajo matrimonio con Leandro Guzmán y un año después nace su única hija, Jacqueline, el 7 de febrero de 1959. A pesar de su
juventud, junto a Minerva y Patria, fue una luchadora constante contra la tiranía trujillista.
Tenaz, valiente y atrevida, la menor de las Mirabal fue hecha prisionera por primera vez el 20 de enero de 1960, en la fortaleza militar de Salcedo. Aunque ese mismo día fue puesta en libertad, al día siguiente la apresaron de nuevo, esta vez para conducirla a la cárcel La 40, en la capital de la república, y luego a La Victoria, de donde fue dejada en libertad el 7 de febrero de ese mismo año.
Patria, Minerva y María Teresa Mirabal.
A poco más de un mes, el 18 de marzo, volvió a ser apresada a pesar de sufrir una bronquitis aguda. Junto con su hermana Minerva y otros compañeros, es condenada a cinco años de prisión, pero con el tiempo apela y le es rebajada la condena a tres años.
Cuando regresaba a Salcedo, después de haber visitado a su esposo en la cárcel de Puerto Plata, muere asesinada junto con sus hermanas Patria y Minerva el 25 de noviembre de 1960.
Gracias a su ejemplo, hoy día miles de mujeres se manifiestan contra la violencia y luchan desde sus particulares trincheras, hermanadas por la idea de alcanzar una vida libre de violencia.
Muerte
Fue secuestrada junto a sus dos hermanas el 25 de noviembre de 1960, fueron brutalmente apaleadas y torturadas en La Cumbre, carretera turística, Santiago-Puerto Plata, por orden del dictador Rafael Leónidas Trujillo.
A continuación un fragmento de la entrevista realizada a Jacqueline Guzmán Mirabal, única hija de María Teresa Mirabal y Leandro Guzmán, realizada por el Listín Diario.
Jacqueline Guzmán Mirabal
La única hija de María Teresa y de Leandro Guzmán, ambos apresados y éste último torturado en las cárceles de La 40 y La Victoria, guarda su historia en la mirada. Es la única de los hijos de las Mirabal que no tiene que decir nada porque el fondo de sus tristes ojos verdes lo dicen todo.
¿Cuándo te enteraste de la muerte de tu madre?
Cuando muere mi madre yo tenía un año y 10 meses.
¿Cómo te enteras de la noticia, qué significó para tu mundo infantil y cuándo adquieres conciencia de la realidad?
A esa edad no tengo ningún recuerdo, según fueron pasando los años fui escuchando sobre la tragedia.
¿Cómo fue tu relación con tu padre, con doña Chea y tus primos?
En mi infancia, mi papá estuvo en el exilio en México; cuando regresó nos visitábamos a menudo, luego tuve la oportunidad de trabajar con él por muchos años. Mamá Chea, el sostén de la familia, con su ejemplo creó la base de una formación digna. Ella representa todo lo que somos, recuerdo que siempre decía: “LUCHAMOS POR LA IGUALDAD, PERO NO TODOS SOMOS IGUALES”.
Y respecto a mis primos, no son mis primos, son mis hermanos.
¿Crees que valió la pena que las Mirabal dieran la vida por la Patria?
Desde luego, si no, tú no estuvieras haciéndome estas preguntas. En una dictadura no se permite.
¿Si a ti te hubiese tocado vivir esa época hubieras actuado como tu mamá y como tu papá?
Hay que vivir el momento para saber cómo se reacciona.
¿Cómo es la relación que tienes con tus hijos y qué enseñanzas morales les has dado?
Les he enseñado lo mismo que mi mamá Dedé nos enseñó, para tener los mismos resultados que ella ha tenido con todos nosotros.
Fuente: Edu.do
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