No existe una forma mágica para perder esas libras de más rápidamente. La parte más importante es la reducción del consumo de azúcares, almidones y carbohidratos simples.
Al hacer esto, disminuiremos nuestro nivel de hambruna y terminaremos ingiriendo muchas menos calorías. Entonces, en vez de quemar carbohidratos para obtener energía, nuestro cuerpo comenzará a alimentarse de la grasa almacenada.
Otro beneficio de reducir los carbohidratos es que reducimos los niveles de insulina, lo que hace que los riñones eliminen el exceso de sodio y agua de nuestro cuerpo. Esto reduce la hinchazón y el peso innecesario del agua.
He aquí los errores que detienen que perdamos esas libras no deseadas:
1. Pensamos que mágicamente podemos mantener un peso saludable teniendo una mala dieta. Hemos caído en esta trampa muchas veces y hemos perdido meses y meses creyendo que en realidad podíamos ser más listos que nuestro propio cuerpo. ¡No hay posibilidad de que esto suceda! El cuerpo lo sabe y siempre ganará. Lo que comemos es realmente clave para la pérdida de peso. No importa cuánto ejercicio hagamos para quemar las calorías de la comida chatarra que comemos; nunca la quemaremos. La dieta es el 80% y el ejercicio es el 20% de los resultados que deseamos. Los abdominales se hacen realmente en la cocina.
2. Comer menos calorías deliberadamente creyendo que nos ayudará a quemar grasa corporal.
Este es un error tan grande como el primero. Comer menos comida en general no garantiza la pérdida de peso y además, causa mucho estrés en el cuerpo pues eventualmente éste se dará cuenta de que se está muriendo de hambre y su objetivo es evitar que su cuerpo use las reservas de grasa, en caso de que sea un amortiguador de supervivencia.
No sólo es muy desagradable, sino que conduce a todo tipo de problemas, como cambios de humor, letargo, confusión mental, bajo rendimiento, caída del cabello y todas esas horas perdidas de tormento, tratando de dejar de comer.
En lugar de esto, se recomienda el ayuno intermitente, Se aconseja comer proteínas bajas en calorías y carbohidratos durante el día; y por supuesto, agregar grasas, como pollo, pavo, pescado. Y verduras (brócoli, espárragos, calabacín, tomates) con regularidad; éstas sus amigas quemagrasas.
3. Ejercicio cardiovascular en exceso durante demasiado tiempo.
El cardio es una muy buena técnica durante la fase de quemar grasas, pero hacerlo en exceso gastará los esfuerzos de ganar músculo. Esto ralentizará nuestro metabolismo nasal. Los episodios intensos de cardio todos los días causan un efecto devastador que hacen que incluso podamos sentir que hemos perdido
tono muscular.
Esto es una señal de que es hora de reducir el ejercicio cardiovascular y hacer entrenamiento con pesas. El truco consiste en hacer sólo los ejercicios cardiovasculares necesarios para tener un tiempo de calidad para el entrenamiento de pesas y de resistencia. Esto nos dará los mejores resultados.
Fuentes: Quora & Simple Fit.
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