Esta receta al súper fácil de preparar y es tremendamente sana.
Trituré cinco guineos con un tenedor y les agregué una onza de ralladura de coco. A esto le agregué media taza de leche de almendras y una pizca de nuez moscada. También una cucharadita de canela molida y una pizca de jengibre en polvo.
Al final, a toda esta mezcla, le agregué una cucharadita de polvo de hornear y lo puse durante 40 minutos a 350°F o 170°C después de engrasar un molde para verterlo.
A este postre (o desayuno para quienes prefieran algo dulce por la mañana) en realidad no necesita agregársele edulcorante ni azúcar porque ya, de por sí, el fruto es bastante dulce.
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