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Palabras del acervo lingüístico dominicano. 10 dominicanismos que quizá no conozcas

En los años ochenta, las principales marcas de ron dominicano se valían de las costumbres y tradiciones criollas para hacer más atractiva la publicidad de sus productos.

En particular se hizo muy famoso un anuncio de televisión en el que una turista anglosajona pronunciaba la palabra concón, no sólo por el peculiar sonido, sino además por la expresión de sorpresa del personaje por no saber qué era lo que le acababan de ofrecer.

Para muchos hispanohablantes, las diez palabras que se listan a continuación pueden ser desconocidas o tener un significado diferente al que expresan en el léxico común de la República Dominicana.


1. Concón

Sustantivo propio del español dominicano que designa la porción de arroz que queda pegada a la cazuela o caldero. Es una palabra con la que se puede distinguir a leguas a un dominicano, ya que el concón, aunque quizás no lo verás en MasterChef, es un alimento que para muchos alcanza la categoría de manjar, y yo me incluyo. Para mí el concón con habichuelas y la saliste de la carne es una exquisitez.


2. Can

Si un dominicano te invita a un can, no pienses que la cosa tiene algo que ver con un animal. Más bien prepárate para disfrutar de «un buen can» (‘fiesta, actividad de diversión en grupo’), que no de un «desorden» (aunque en ocasiones son sinónimos), o a «estar en el can» (‘pasarlo bien’). Es posible que llegue a «gustarte el can» (‘estar dispuesto a participar en cualquier cosa’) y que, incluso, te animes a «plantar un can» (‘empezar una reunión, tertulia o fiesta’). Visto así, ¿a quién no le gusta un can?


3. Maroteo

Derivado del verbo marotear (‘recoger o comer frutas de un sembrado ajeno’).

Palabras claves: frutas + ajenas. Tradicionalmente el maroteo era el pretexto para que los muchachos organizaran salidas en grupo después de clases o en vacaciones para despojar los árboles vecinos de un botín que más tarde sería compartido por todos. El éxito o fracaso de la aventura dependía de que el dueño de la mata o el vigilante de turno no aparecieran para impedirles la travesura.


4. Medalaganario

En Fundéu Guzmán Ariza recibimos con frecuencia consultas relacionadas con palabras de uso corriente en el habla del dominicano y que sin embargo no aparecen en el Diccionario de la lengua española. Tal es el caso del término de origen anecdótico medalaganario/ria y el adverbio medalaganariamente (‘acción o decisión arbitraria, sin criterio o sin método’). Esta palabra deriva de la frase «[como a mí] me da la gana» + el sufijo ario/ria y se refiere, como sustantivo, a una forma de actuar y, como adjetivo, a quien actúa de ese modo: medalaganariamente.


5. Chinola

Los dominicanos llamamos chinola al fruto de la pasionaria, también conocido como maracuyá, chirimoya o la fruta de la pasión. Poco se sabe, pero se cree que chinola puede deberse a una derivación de china (¡ah!, ¿no les he dicho?: china es un dominicanismo empleado para decir naranja), quizás porque estas frutas tienen un cierto parecido entre sí.


6. Chichigua

En el español dominicano una chichigua es ese objeto que en el español general se llama cometa y en algunos países papalote, barrilete, volantín…


7. Brigandina

La palabra brigandina aparece en el léxico dominicano en la primera mitad del siglo XX.

Una de varias teorías plantea que se formó por la derivación del nombre de una compañía norteamericana (Bridge and Dine o Bridges & Dine) que adquirió mala reputación por construir unos puentes que colapsaban con facilidad. Algo hecho a la brigandina es una cosa mal hecha, generalmente de prisa y sin cuidado.


8. Plumearse

Verbo que significa ‘huir, salir corriendo’ y también ‘fracasar en los estudios’. Se usa con la connotación de, ante un reto o en una competición, acobardarse o no estar a la altura.


9. Teriquito/tiriquito

Describe una sensación indescriptible: una forma de estremecimiento semejante al escalofrío, producido por una emoción intensa, ‘especialmente de terror’ pero también de asco, desagrado, susto.

A mí, por ejemplo, comer galletas Oreo me da tiriquito en los dientes.


10. Chin

Este sustantivo es quizás uno de los dominicanismos más conocidos. Alude a la poca cantidad o pequeñez de algo (un chin de comida, un chin lejos) o, menos usual, a la estatura o juventud de alguien (un chin de gente). Pero chin no anda solo: con chininín, chiningo y chininingo forma una familia léxica que se emplea para expresar una variedad indeterminada de unidades de medida que, en la mayoría de los casos, solamente un dominicano entenderá.






Fuentes: Fundéu, Lingüe, Diccionario reverso.

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