Del matrimonio de Amparo Gutiérrez-Répide, filipina de ascendencia española y de Gumersindo Aute Junquera, español que trabajaba allí en una compañía tabaquera, Luis Eduardo nació en Manila el 13 de septiembre de 1943
Cuando tenía ocho años se trasladó junto a su familia a España. Primero vivió en Barcelona, pero a los pocos meses se asentó en Madrid, donde residió desde entonces.
En su infancia, Aute estudió en la escuela De La Salle, donde aprendió inglés y tagalo, que se hablaba en su entorno familiar.
A temprana edad mostró una habilidad inusual como pintor y dibujante. Otra pasión infantil fue el cine; su interés por el séptimo arte se vio favorecido por el hecho de que sus padres le regalaron una cámara de 8mm que utilizaba para producir películas caseras con sus amigos. Aute hablaba español, inglés, catalán, francés, italiano y tagalo.
Luis Eduardo empezó a pintar a los ocho años e hizo la primera exposición individual en Madrid a los dieciséis. En 1963 ingresó en la Escuela de Aparejadores que abandonó a los quince días. Se trasladó a París, donde descubrió la música de Jacques Brel y Georges Brassens entre otros.
Expuso sus obras en diversas ciudades del territorio español y en Francia, Bélgica, Italia, Brasil, Estados Unidos, etc. Participó en la Biennale de París en 1965, en la Bienal de Sáo Paulo en 1967, en los Concursos Nacionales de Bellas Artes, en Madrid, en 1974. Le concedieron el Primer Premio de Pintura en la XXVII Mostra Michetti, en Francavila al Mare, Italia, en 1974.
Ciudad de México. 8 de diciembre, 2015.
Hago un paréntesis para hablar de ese maravilloso regalo de la vida cuando coincidí con él en Ciudad de México, hará cinco años este próximo diciembre. Uno de los mejores desayuno de toda mi vida.
Lo vi llegar y nos dijo "¿Por qué no me avisaron que estaban esperándome? ¿Cuánto tiempo llevan aquí? Y yo, tímidamente atrevida -como siempre-, le contesto: "Llevo esperándote desde el 13 de septiembre del 1943". Pero "imagino que sólo compartimos día, no año", me dijo, y así empezamos la conversación.
Unas cuantas fotos después, se pidió un desayuno (coincidentemente el mismo que me había pedido yo 20 minutos antes) y empezó a charlar con nosotros. Habló de lo feliz que fue anoche en el concierto del Auditorio Nacional del D.F., cuyo aforo de 9,000 personas llegó a las 7,500, con un público de todas las edades (según pudo constatar Giraluna) que coreaba sus canciones. Y pensar que casi asisto, pero a veces la vida se interpone... Aunque no me quejo, porque hoy he recibido este maravilloso regalo como recompensa.
Y la charla siguió, y nos bastaron "esos dos o tres segundos de ternura" para sentir que hablaba con alguien que conocía de antes. ¡Qué ser más interesante! ¡Qué lujo poder tenerlo cerca y escucharlo decir tanto con tan poco y absorber, y aprender, y llenarme de conocimiento por ósmosis!
Nos preguntó cómo nos conocimos Cons y yo y le respondimos: "a través de Facebook", "esa red social a la que eres alérgico", agregó Giraluna.
Le dije que me parecían hermosas las palabras con las que había presentado a Serrat en el álbum "Entre amigos" con la canción "De alguna manera" y me dijo que, a pesar de que llevan mucho tiempo sin verse, es alguien a quien lo une un cariño entrañable.
Le pregunté que cuándo cantaría en Miami o en Nueva York y me contestó que tan sólo por no volver a repetir la horrible experiencia de lo mal que fue tratado en los aeropuertos de dichas ciudades, se juró no volver jamás. Fue entonces cuando le hice la pregunta de que cuándo iría a Dominicana y me dijo: "sólo he estado allí dos veces y no he regresado porque no me han vuelto a invitar".
Y poco más... Entre tantas cosas que hablamos y cuyo texto se extendería en demasía (como si no fuera poco ya) le dije, cuando me preguntó si me dedicaba a la música, que no, que era una combinación de melómana-groupie y que la música era, entre otras cosas, mi mayor vicio pero también mi salvación.
Cierro los ojos y me digo nueva vez: "Shayra, eres una chica con suerte"... Porque poner punto final a este viaje a México con semejante lujo para el alma y el cuerpo (porque me abrazó par de veces) ha sido algo increíblemente extraordinario.
Gracias, vida, por darme tanto... Gracias, Cons, por hacer posible esta maravilla. Gracias, Eduardo, por dialogar sin 'monosílabos adormecidos', por ser tan sencillo, tan profundo, tan ser humano, tan de verdad, tan elocuentemente terrenal. 'Me va (irá) la vida en ello", en saborear desde este día de diciembre este mágico momento.
Y agrego este recuerdo del 2008, en donde tuve la enorme suerte de asistir al concierto “Ánimo, animal”, un "grito" a veinte voces para celebrar a Luis Eduardo Aute, el homenaje que le regalaron amigos como Serrat, Sabina, Ana Belén y Silvio Rodríguez, entre otros. Fue un “grito de aliento” y un “soplo de alegría” para animar al artista y celebrar sus canciones, esas que “espantan tristezas y melancolías”.
El concierto en el WiZink Center se realizó para enviar ánimos a un artista que ha dedicó más de medio siglo de vida a repartir belleza.
Y vuelve otra vez el azar...
Continúo con su biografía...
Aute a los quince años ya tocaba la guitarra eléctrica en Los Tigres y Los Sonor, y en 1961, se presentó en el programa de RTVE "Salto a la Fama". Algunas de sus canciones, como "Rosas en el Mar" y "Aleluya nº1" las cantó, grabó y editó la cantante Massiel con gran éxito en 1967.
En 1972, RCA publicó el recopilatorio "Álbum (1966-67)", y un año después la cantante Rosa León lanzó su primer disco, en el que se incluyen siete canciones de Aute.
En 1975 se lanzó "Espuma", con el subtítulo "canciones eróticas"; "Sarcófago", su siguiente álbum, aparece en 1977 y en 1979 grabó el disco "De par en par". En marzo de 1982 se puso a la venta "Fuga" y en 1984, "Cuerpo a cuerpo". En 1998 publicó "Aire/Invisible".
Convertido en uno de los cantautores más populares, continuó componiendo y editando discos desde entonces con ciertos altibajos. Su disco "Mano a Mano", conSilvio Rodríguez fue grabado en 1993. En 2003 apareció "Alas y balas", en donde recuperó el tema "La vida al pasar", que compuso para Marisol, y el recopilatorio "Auterretratos Vol. 1", que incluye nuevas revisiones de temas clásicos de siempre.
En 2005 salió "Auterretratos Vol. 2", y publicó "animaLtresD", con dibujos en tres dimensiones.
En 2006 editó un libro-disco, titulado "Días de amores", con la letra de canciones de su repertorio que tienen como tema principal el amor. El CD incluye once nuevas versiones de canciones clásicas de su repertorio más el tema inédito "A día de hoy", que daría nombre a su siguiente disco, publicado un año después.
En 2007 lanzó su primer disco con temas inéditos en cinco años, y a fin de año, apareció "animaLhito", continuación de "animaLhada", presentando su nueva obra pictórica y literaria. El libro incluye un CD con más de treinta canciones. Poco después se puso a la venta "Humo y azar", una caja con dos CD y otros tantos DVD grabados en directo. En 2008, participó en el tema "Juego de niños", del rapero Hazey y en 2009, con el también rapero El Chojin, en la canción "Ríe cuando puedas, llora cuando lo necesites".
En 2010 lanzó "Intemperie", un disco con 14 temas inéditos.
Fue ingresado el 8 de agosto de 2016 en el Hospital Gregorio Marañón, de Madrid, tras sufrir un infarto, horas después de ofrecer un concierto en Huelva y de regreso en la capital. Tuvo que ser operado de urgencia e ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital madrileño. Posteriormente entró en coma. Se recuperó del coma dos meses después y desde entonces se encontraba retirado de la vida pública.
En noviembre de 2018 se publicó "De la luz y la sombra", un doble CD con 34 temas grabados en su última gira en Madrid y México.
Luis Eduardo Aute falleció el 4 de abril de 2020, a los 76 años, en Madrid.
Fuentes: Efe..com y Biografías y vidas.
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