El gandul, cajanus cajan, es muy parecido al guisante. Es como un chícharo o alubia y pertenece a la familia de la fabaceae.
Desde hace por lo menos 3,000 años se cultiva el gandul en Asia, pero algunos estudiosos sitúan su origen en el África tropical, desde donde llegó al Caribe a través de los intercambios de esclavos.
El gandul tiene entre un 18 a un 25% de proteínas y un elevado contenido de lisina y metionina, potasio, magnesio, calcio, hierro y fósforo.
El gandul tiene propiedades medicinales. Las flores y brotes verdes se emplean para enfermedades del aparato respiratorio, bronquios y pulmones. Con las semillas secas se preparan cataplasmas para ayudar a desinfectar y cicatrizar heridas; con la resina del tronco se preparan jarabes y las hojas cocidas se emplean para lavar llagas, heridas, sarna y picazón.
100g de gandules contiene 63g de hidratos de carbono, 22g de proteínas y 1.5g de grasas. También contiene fibra, minerales y vitaminas.
Preparación:
Dejar los gandules en remojo la noche anterior. Salcochar (cocer) durante 40 minutos (con sal y orégano) en la olla de presión. Escurrir y separar.
Cortar los tomates en cubitos y el cilantro finamente y mezclar con los gandules, el jugo de un limón (dependiendo de la cantidad) y rociar aceite de oliva extra virgen.
Fuentes: Dieta y nutrición y garcíaalcaláblogspot.
Comments