¿Ayudará el cardo mariano a un hígado graso?
La respuesta es un sí absoluto. El cardo mariano puede proteger su hígado y ralentizar la progresión de la enfermedad del hígado graso.
Uno de los problemas de la enfermedad del hígado graso es cómo la grasa del hígado causa inflamación y daño crónico. Con el tiempo, la esteatohepatitis no alcohólica o la enfermedad hepática alcohólica comienzan a causar fibrosis. Pero el cardo mariano puede ayudarnos a ralentizar este proceso.
En caso de que haya una reducción en la función enzimática, la silimarina (principio activo del cardo mariano que esulta eficaz en el tratamiento de enfermedades hepáticas y problemas de la vesícula, pero también podría ayudar a reducir los niveles de colesterol y azúcar en sangre) también puede desempeñar un papel. Acelera el metabolismo del hígado y nos ayuda a recuperar nuestra función diaria. Esta suposición inicial está respaldada por pruebas.
Algunos estudios muestran un beneficio significativo en pacientes con enfermedad del hígado graso no alcohólico. Según estos estudios, los efectos incluyen:
Una mejora en el perfil bioquímico
Una reducción significativa de los índices ultrasónicos.
Una mejor sensibilidad a la insulina en pacientes con diabetes (resistencia a la insulina).
Estos ensayos se realizan con metodología de alta calidad y sus resultados son confiables. Sin embargo, todavía no hay una palabra final sobre la fórmula ideal para la enfermedad del hígado graso. Algunos estudios tienen una dosis más alta que otros. En la práctica, esta discrepancia puede reducir los efectos del tratamiento para algunos pacientes, mientras que otros se benefician por completo de la administración de cardo mariano. Por tanto, es mejor utilizar este suplemento como tratamiento coadyuvante y dieta, ejercicio y tratamientos médicos. Se han realizado varios estudios que respaldan el uso del cardo mariano para estos beneficios para la salud: Para promover la actividad de las enzimas hepáticas; como órgano, el hígado siempre depende de las enzimas. Son útiles para desencadenar procesos metabólicos, eliminar toxinas y mucho más. Algunas enzimas también ayudan a proteger la salud del hígado contra estas toxinas que se acumulan en esta área. También son potentes antioxidantes que ayudan en la desintoxicación del hígado.
El cardo mariano tiene un papel esencial en la protección del hígado contra los radicales libres. Estabiliza la membrana de las células del hígado y puede contribuir a mejorar varias enfermedades relacionadas con el mismo.
Como tal, no es de extrañar que los pacientes puedan experimentar una reducción de TGO, TGP y bilirrubina. TGO y TGP son enzimas hepáticas y deberían estar en el hígado y no en la sangre. Cuando se encuentran en la sangre en altas concentraciones, significa que muchas células del hígado están muriendo y liberando su contenido al exterior.
La bilirrubina se acumula en la sangre cuando no hay suficientes enzimas para convertirla y eliminarla. Por lo tanto, ambos problemas se pueden reducir acelerando las enzimas hepáticas, como lo hace el cardo mariano.
Para reparar las estructuras del hígado:
El hígado siempre está sujeto a ataques constantes y esto puede causar problemas hepáticos. Es el centro de la desintoxicación de tu cuerpo y en su estructura convergen muchas toxinas. Por eso la reparación del hígado es tan esencial.
El cardo mariano estimula a las células del hígado a replicar su ADN y crear nuevas estructuras saludables. Acelera el proceso normal de recuperación después de un daño hepático; se puede recomendar después de lesiones químicas o físicas en el hígado.
Para proteger el hígado contra las toxinas:
El cardo mariano no sólo acelera los procesos de reparación y las enzimas hepáticas. También tiene un papel crucial en la protección de la lesión hepática contra las toxinas.
Los investigadores comentan que la silimarina puede actuar como barrera contra las toxinas porque existe un efecto protector y las células tratadas con sustancias tóxicas no desencadenan muerte acelerada y otras lesiones cuando hay extractos de cardo mariano.
Para ralentizar la fibrosis hepática:
La fibrosis hepática es un proceso complicado que puede terminar en cirrosis. Comienza con inflamación, lesiones en el hígado y cicatrices crecientes. Con el tiempo, la estructura del hígado es reemplazada por estas cicatrices prominentes, conocidas como fibrosis.
Dado que se reemplaza el tejido normal, finalmente se pierde la función hepática. Pero en algunos casos, el cardo mariano puede ralentizar la fibrosis hepática.
Por ejemplo, los pacientes con hepatitis C pueden mejorar su calidad de vida y ralentizar el proceso de fibrosis mediante el uso de cardo mariano.
Para protegerse contra la hepatitis:
El cardo mariano también afecta al virus de la hepatitis C. Según los estudios, puede prevenir y tratar la hepatitis crónica (hepatitis viral), especialmente cuando se administra Interferón alfa al mismo tiempo. La silimarina inhibe la propagación del virus y tiene un efecto antiinflamatorio. Ambos pueden mejorar los síntomas y la calidad de vida de estos pacientes.
En casos de talasemia: La silimarina no sólo es útil para el hígado. También puede funcionar en casos de talasemia. Esta enfermedad afecta la estructura de la hemoglobina en los glóbulos rojos. Estos pacientes presentan una alteración de los niveles de hierro en sangre. Por lo tanto, requieren un agente reductor de hierro conocido como deferoxamina. Según la investigación, el cardo mariano puede ayudar a la deferoxamina a normalizar los niveles circulantes de hierro en la sangre. Fuente: Quora Digest
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