Ya sean asadas, al horno o hervidas, las batatas son un complemento delicioso para cualquier plato. ¿Lo mejor de todo? Es un tubérculo asequible, fácil de preparar y con bajo índice glucémico (IG), el cual es una medida de la rapidez con la que un alimento puede elevar nuestro nivel de azúcar (glucosa) en la sangre. Únicamente los alimentos que contienen carbohidratos tienen IG.
¿Qué pasa con todo ese almidón? ¿Y el azúcar? Es cierto que con una simple búsqueda de recetas de batatas encontrarás unas deliciosas tartas navideñas y cazuelas indulgentes con azúcar moreno y nubes, pero existen muchísimas más cosas increíbles que su capacidad de convertirse en un postre.
Propiedades de la batata
Es un potenciador de la vitamina A
Una batata mediana puede contener hasta seis veces más de tu valor diario de vitamina A, la cual es vital para la salud de tus ojos, el desarrollo de los huesos y la función inmunológica. La vitamina A es una vitamina soluble en grasa, lo que significa que nuestro cuerpo tiene más facilidad para absorberla cuando se combina con una forma de grasa saludable, así que comamos la batata con un poco de aceite de oliva, aguacate o nueces picadas.
Mejora la salud intestinal
La fibra puede ayudarnos a mantenernos en nuestro peso (en parte porque ayuda a aplacar el hambre), reduce el colesterol, nos ayuda con el tránsito intestinal e incluso puede transformarnos de manera positiva las bacterias intestinales y así reducir la inflamación.
Las mujeres adultas, por ejemplo, necesitamos entre 25 y 29 gramos de fibra diariamente. Con piel y todo, las batatas contienen aproximadamente el 15 por ciento de nuestro valor diario de fibra.
Mejora la presión arterial
El potasio que contienen las batatas ayuda a reducir el impacto del sodio en el cuerpo y relaja las paredes de los vasos sanguíneos, por lo que es un mineral importante para reducir la presión arterial. El magnesio que contienen las mismas es un beneficio adicional, ya que el mineral en realidad ayuda a transportar el potasio a través de las células.
Preparación
Lavar bien las batatas con un cepillo para quitar toda la tierra que pueda tener y cortarlas en rodajas finas; espolvorearlas con sal y dejarlas en remojo durante media hora para que absorban un poco de agua.
Precalentar la freidora de aire caliente a 300 grados durante tres minutos. Colocar las batatas y freír durante 10 minutos de cada lado. ¡Y listo!
Cada 100 gramos provee 90 calorías y una buena cantidad de vitamina A, potasio y magnesio.
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