Los calamares en su tinta tiene muchas propiedades:
1. Son ricos en antioxidantes; en concreto, previenen la oxidación de los lípidos (grasas) mayoritariamente. Esto podría estar vinculado a la prevención de las enfermedades cardiovasculares, aunque cabe decir que quedan estudios a realizar por delante para comprobar su relación.
2. Tienen alto contenido en hierro. Desde el 2008 se viene investigando la capacidad de la tinta de calamar para incrementar los niveles de hierro en casos de anemia.
3. Tienen un alto nivel de ácido glutámico, el cual actúa como estimulante del sistema inmunológico reduciendo infecciones. Este ácido glutámico es lo que provoca ese intenso sabor asociado al umami, tan característico también en otros productos como el queso parmesano o la trufa. Gracias a su potente sabor puede ser utilizado para reducir la cantidad de sal empleada para cocinar.
4. Aportan color: la tinta de calamar es típica de la gastronomía mediterránea y es fácilmente reconocible en los platos por su característico color negro. Este procede de la melanina, la misma que da color a nuestra piel.
Esta receta es muy fácil de preparar. Lo ideal sería hacerla con calamar fresco, pero en EUA no es tan fácil de conseguir a menos que vayamos a una pescadería. Por eso recurro a los enlatados que vende Iberia que funcionan como un buen sustituto. Cada lata de 115g contiene 200 calorías.
Preparación
En una sartén, saltear un manojo de puerros y un diente ajo durante tres minutos. A esto, verter la lata de calamares y 100 gramos de verduras enlatadas y sofreír durante cinco minutos. Para sumar un poco de proteína, agrego un huevo.
Luego, agregar 100 gramos de arroz integral previamente cocido y dejar a fuego lento durante dos o tres minutos.
Bon appetit
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