Juan Martín Guevara de la Serna, hermano menor del Che, que estaba hospedándose también en Plaza Pueblo, Vallegrande, Bolivia.
Es un señor muy simpático, agradable y de fácil conversación. Le pregunté que cuándo fue la última vez que vio a Ernesto y me dijo que toda la familia (sus padres y los cinco hijos) se vieron en Uruguay, en el año 1961; él tenía 18 años y el Che, 35.
Esta fue una de las cosas más fantásticas que me ocurrió en este viaje tan emblemático para todos.
... Y si hay que hacerse una foto acabada de salir de la ducha y en pijama, una se la hace.
¡Regalos de la vida, lo llamo yo!
Vivir la experiencia de estar en Vallegrande y en La Higuera para la conmemoración de los 50 años de la caída del Che fue algo grandioso. Y, para hacerlo más grandioso todavía, estar con Juan Martín Guevara de la Serna, como dije antes y charlar con él un ratito y así conocer un poco más de su historia, lo hizo más memorable aún. Además, conocer a don Hugo Lozano, combatiente en la guerrilla con Ernesto cuya misión era descodificar los mensajes de la guerrilla, fue un regalo de la vida.
¡Con cuánta pasión habló Mariano (seudónimo de Hugo Lozano) de esos tiempos!
¡Qué maravilloso es poder ir haciendo tanto camino al andar, como dijo alguna vez Antonio Machado y como cantó y sigue cantando Serrat.
Aquí estoy en la lavandería donde pusieron el cuerpo sin vida de ese gran revolucionario que fue el Che, esa leyenda de nuestra Latinoamérica.
La Higuera, Bolivia, 8 de octubre 08, 2017, vísperas al 50 aniversario del asesinato del Che.
Tumba del Che. Vallegrande, Bolivia.
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