Federico García Lorca (Granada, 5 de junio de 1898) fue, sin duda, uno de los poetas más representativos de la poesía y del teatro español del siglo XX. Adscrito a la Generación del 27, compartió ideas con poetas como Rafael Alberti, Luís Cernuda o Dámaso Alonso. También creó La Barraca, una compañía de teatro ambulante que acercaba a los pueblos la dramaturgia.
El 18 de agosto del 1936, un mes después del golpe de Estado, fue asesinado a manos de las autoridades franquistas por "socialista", "masón" y "homosexual". Fue de madrugada cuando asesinaron al granadino, cerca de un barranco, a dos kilómetros de Fuente Grande, en un terreno que todavía abraza sus restos ante la dificultad de hallarlo.
Hoy, 18 de agosto de 2021 se cumplen 85 años del asesinato del autor de La casa de Bernarda Alba, Bodas de sangre o Yerma le recordamos con algunos de sus versos más emblemáticos.
Mientas el mundo entero admiraba a Federico como 'el Homero español', medios nacionales habían lanzado el rumor de que mantenía relaciones homosexuales con los componentes del teatro estudiantil. "También el Estado da dinero para 'La Barraca' donde Lorca y sus huestes emulan las cualidades que distinguen a Cipiriano Rivas Cherif, su 'protector'.
¡Qué vergüenza y qué asco!", bramaba la revista satírica El Duende, a la que se sumaba la falangista F.E., que acusaba también a los 'barracos' de llevar una vida inmoral, de corromper a los campesinos y de practicar "el marxismo judío".
Las críticas hacia Lorca se habían recrudecido en el contexto de tensión previo a la Guerra Civil. Aunque detestaba la política partidista y resistió la presión de sus amigos para hacerse miembro del Partido Comunista, sufrió con vehemencia las arremetidas de los conservadores por su amistad con personalidades abiertamente socialistas como la actriz Margarita Xirgu o el ministro Fernando de los Ríos. La popularidad de Lorca y sus numerosas declaraciones contra las injusticias sociales le convirtieron en un personaje incómodo para la derecha.
Dos días después, le dieron el 'paseo' y lo que pasó con exactitud a partir de ese momento se desconoce. El régimen franquista nunca reconoció su implicación en el crimen, que se convertiría en una de sus grandes incomodidades internacionales, si bien un informe de 1965 procedente de la Jefatura Superior de Policía de Granada revela que Federico García Lorca fue asesinado junto a otra persona y define al poeta como "socialista y masón", a la vez que le atribuye "prácticas de homosexualismo".
El informe policial afirma que el poeta "fue sacado del Gobierno Civil por fuerzas dependientes del mismo y conducido en un coche al término de Viznar (Granada) y en las inmediaciones del lugar conocido como Fuente Grande, junto a otro detenido cuyas circunstancias personales se desconocen, fue pasado por las armas después de haber confesado". Además, revela que fue "enterrado en aquel paraje, muy a flor de tierra, en un barranco situado a unos dos kilómetros a la derecha de Fuente Grande, en un lugar que se hace muy difícil de localizar".
En la esta fotografía inédita en la que puede verse a la cuadrilla de enterradores que trabajaban en Víznar. La fotografía está tomada en la finca Las Colonias, a pocos metros del barranco, donde García Lorca pasó sus últimas horas esperando a ser fusilado. Agachado, con una niña en los brazos, puede verse a Manolillo El Comunista, el joven que indicó a Gibson el lugar donde supuestamente enterró con sus manos al poeta. "Manuel Castilla señaló una fosa situada en el lugar en el que hoy se está excavando.
Sin embargo, después confesó a otros que no estuvo allí el día del fusilamiento y que a Gibson le señaló el primer lugar que se le ocurrió", explica Pozo, convencido de que no van a encontrar los restos del poeta. Según el investigador, la decisión de Franco de sepultar todo lo relacionado con el asesinato se llevó a cabo hasta sus últimas consecuencias.
Enterradores del barranco de Víznar. Con la niña en su regazo, Manolillo 'El Comunista', quien aseguró a Ian Gibson que había enterrado a Lorca.
Agustín Penón dejó en sus apuntes una anotación muy inquietante. Se trata de una conversación que tuvo con Antonio Gallego y Burín, alcalde de Granada durante la Guerra Civil y parte de la dictadura. El investigador escribió en sus libretas: "El lugar de la tumba en Víznar había sido cambiado por orden de las autoridades, que temiendo las consecuencias de aquel asesinato decidieron ocultarlo para impedir que pudiera convertirse en un arma propagandística de enorme valor para el bando republicano".
Parque Federico García Lorca. Huerta de San Vicente, Granada. Septiembre, 2015
Fuentes: El Confidencial & El País
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