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El 21 de enero de 1691, tropas españolas al mando del Gobernador Francisco Segura Sandoval derrotaron a fuerzas francesas en la batalla de Sabana Real de la Limonada..

El enfrentamiento se produjo en el momento que los franceses que habían entrado desde su colonia de Haití, trataban de tomar el control de la parte oriental de la isla de Santo Domingo que estaba en posesión de España. Esa actitud tomó fuerza a partir del año 1685.


En el 1689, el Gobernador francés en Haití dispuso que la villa de Santiago fuera incendiada.

La Sabana Real había sido tomada por los franceses el 20 de enero de 1691. Una versión del sacerdote jesuita Francisco Javier Charlevoix, de nacionalidad francesa, quien escribió un breve relato sobre Higüey y El Seibo, dice que los franceses se formaron para la batalla, pero resalta que las fuerzas pro españolas superaban en número a las de Francia.


Según lo expresado por el cura, lanceros de Salvaleón de Higüey y de Santa Cruz de El Seibo elevaron preces al cielo. Dicen que en esa época, Higüey tenía una población de 60 casas, con una dotación militar que alcanzaba a 80 hombres. El Seibo tenía 180 casas y 230 hombres bajo armas.



Una versión histórica cuenta de que la gente encontró su fe en la virgen, en medio del temor, así como las fuerzas necesarias para enfrentar y vencer a los franceses y cumplir, de este modo, la petición de los cibaeños para vengar el incendio de Santiago. A María de la Alta Gracia le ofrecieron que si salían vivos de la batalla, harían que se conociese esa advocación mariana. Por esta razón cambiaron la fecha que se dedicaba a la virgen, que era entonces el domingo 15 de agosto de 1691, por el día 21 de enero de 1691, para agradecer la victoria de ese día en la Batalla Sabana Real.


De acuerdo con una versión que publica en su obra el historiador Antonio Del Monte y Tejada,“Historia de Santo Domingo”, la victoria de los españoles fue lo que motivó que el día la Virgen de La Altagracia se celebre el día 21 de enero de cada año.

Del Monte y Tejada publicó un documento certificado por uno de los jefes que mandaba en la batalla de Sabana Real de la Limonada, el teniente coronel D. José Félix Robles y Losada, en el cual da constancia de que la batalla tuvo lugar en Sabana Real el 21 de enero de 1691.

Esa versión también es citada por José Gabriel García y, como indica Del Monte y Tejada, el día de la virgen se celebra por la victoria de los españoles frente a los franceses.

Según esa versión, como antes dicho, la fecha de celebración era el día 15 de agosto de cada año.




Fuentes: Historia Dominicana en Gráficas, Vanguardia del pueblo & Provincias dominicanas

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Un museo abrirá sus puertas en primavera con una colección supervisada por sus hijas que expondrá "el alma" de 'La Faraona' y su ciudad conmemora desde este sábado el primer siglo de una artista que sigue de moda entre los jóvenes.



“Hasta ahora no ha salido una que canta o que baile como yo. Pero sobre todo sé que quedaré en la memoria, quedaré en la memoria de la gente”. Lo dijo Lola Flores (Jerez, 1923-1995), se conserva en la hemeroteca de Televisión Española y no se equivocó. Ella dejó dictada, a su manera, sus últimas voluntades ante las cámaras. Quería que “sus mariquitas”, que tanto la querían, y sus admiradores pasaran haciendo cola ante su féretro murmurando “pobrecita, con lo graciosa que era” y soñó que una gran orquesta le tocara 'La Zarzamora' mientras su ataud viajaba camino de Madrid a Sevilla. No fue exactamente así pero este 2023, mucho de lo que ella evocó para su final, será superado con creces en el año de su centenario.

Lola Flores, artista española universal, está de moda, convertida en un reclamo publicitario, un icono y un símbolo incluso para los más jóvenes, que ni la conocieron en vida. Ella misma se decía que era “irrepetible” y la ciudad que la vio nacer, Jerez de la Frontera (Cádiz), se las está ‘maravillando’ para rendirle a un homenaje a la altura de su arte. Este sábado 21 de enero, día de su cien cumpleaños, empezará todo con cante y con baile.



El ayuntamiento jerezano presentó oficialmente este miércoles en la feria de turismo Fitur el año del centenario de Lola Flores. Su museo, un centro de interpretación de 300 metros cuadrados y dos plantas ubicado en la Nave del Aceite, abrirá en primavera y pondrá la guinda a una programación que impregnará de Flores todo lo que ocurra en la ciudad los próximos doce meses. Sus hijas se han involucrado con el ayuntamiento en las piezas que compondrán ese museo y aunque la familia se llevará parte del negocio generado con la venta de entradas y otros eventos “todo irá a una fundación que será mecenas de nuevos talentos”, explican desde el consistorio, que agradecen "la generosidad" de la familia.


“La gente de la calle” de Jerez le ha rendido homenaje en un vídeo conmemorativo. Recuerdan sus paisanos que fue ella la que dijo verdades como puños, como esa de que “el brillo de los ojos no se opera”, destacan su fuerza y su genio, su manera de hablar con las manos, su furia de “potro desbocado”, “la fuerza del ciclón” con la que pisaba en escenario y que la hacían única. Jerez dedicará un año entero a mostrar al mundo el alma de la artista que llamaron ‘La Faraona’ a través de sus películas, sus canciones, sus entrevistas pero también de sus dibujos, sus pendientes o los vestidos que ella misma se diseñaba y que se exhibirán en su espacio cultural, ubicado junto al Museo del Flamenco, aún pendiente de construir por la Junta de Andalucía. El centro de interpretación que albergará los tesoros de la artista será “un espacio cambiante”, explicó Rosario Flores, porque irá mutando con los muchos tesoros que sus fans tenían guardado.


Mi visita a la estatua de La Faraona en Jerez de la Frontera. Septiembre, 2015


Lola Flores fue “embajadora del arte de vivir”. Murió con la bata puesta, grabando un programa para TVE, y después de convivir durante 25 años con un cáncer de mama al que apodó “el cabrón”. Su amiga Paquita Rico la despidió “como la española más española que ha dado España” y el actor Paco Rabal aseguró que sentía lo mismo que cuando murió Picasso, como si le hubieran arrebatado algo propio y eso, dijo, solo le había pasado con ella y con La Pasionaria, “símbolos, mitos y genios”. Pedro Almodóvar, abatido, reivindicó su modernidad. Hoy su magnetismo vive. Lola Flores protagoniza, 28 años después de su muerte, campañas de publicidad gracias a la inteligencia artificial, es icono del feminismo, rostro de camisetas y ha hecho moderno el folklore.


La alcaldesa de Jerez, Mamen Sánchez, revindicó que Lola Flores fue “una de las más grandes embajadoras del país y de nuestra cultura” y que con ella su ciudad natal estuvo en todo el mundo. “Con su arte, su talento, su inteligencia, su genio, su compás, su carácter... fue bandera de autenticidad, de valentía, de libertad”, glosó la alcaldesa, que destacó su “sello propio” y “una personalidad singular”. La Universidad de Cádiz participará en el análisis de una mujer que nunca necesitó intérpretes y que “sigue siendo una estrella actual y contemporánea con un potente magnetismo”, revindicó Sánchez.



La ciudad habilitará tres rutas para conocer donde nació, donde se bautizó, por donde se paseaba y adonde volvía cuando se fue de la ciudad. En ‘el tablao de Lola’, se hablará de ella, será un espacio para quien quiera presentar un libro, organizar una conferencia sobre el diseño de sus trajes o un curso con la técnica del movimiento de sus manos. Su hija Rosario aseguró que el sueño de su madre era tener un centro cultural en su tierra y se mostró feliz con un proyecto en el que llevan trabajando cinco años. “Mi madre está más viva que nunca. Ella misma decía que era eterna”, afirmó.


“Lola es España entera”, afirmó el que era alcalde de Jerez, Pedro Pacheco, el día de su entierro. Su ciudad la lloró a lágrima y ahora la celebra con la misma intensidad. Primero fue ‘Imperio de Jerez’. Así se llamó antes de irse a Madrid a hacer carrera y empezar a brillar al lado de Manolo Caracol. La pareja se rompió en 1951 y Lola Flores voló sola destino a América, donde tuvo un éxito arrollador y consiguió el título de La Faraona. “La Faraona se divierte en la vida y en la muerte”, decía la canción y ella lo cumplió a rajatabla. Jerez anima este año a divertirse con Flores en su ciudad.




Fuente: El Periódico..com


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Hay quien considera que el arte murió el día que falleció Lola Flores. Con ella se fue un mito del folclore español, pero su leyenda continua muy viva veinte años después de su muerte.

Lola Flores (1923-1995) fue una mujer adelantada a su tiempo. Rompió con los moldes establecidos de la España de la posguerra y sentó cátedra con su talento. No solo cantaba copla, sino que protagonizó decenas de películas y llegó a tener programas de televisión propios. Todo lo que hacía lo convertía en oro.



Tal era la repercusión de Lola Flores que el prestigioso The New York Times dijo de ella una frase para el recuerdo: “No canta ni baila, pero no se la pierdan”. Fue la mejor publicidad que se le pudo hacer a una artista española ante su actuación en el Madison Square Garden en el año 1979.


Su música traspasó fronteras impensables para su época. Aparte de arrasar en España y en Latinoamérica, canciones de ‘La Faraona’ como ‘A tu vera’ o ‘Ay pena penita pena’ sonaron en países tan lejanos y diversos como Kazajistán, Japón, Kenia o Ucrania.

En la memoria colectiva aún viven algunas frases célebres de Lola Flores. “Si me queréis argo, irse” (en la boda de su hija Lolita ante la inmensidad de público), “ya no soy Lola de España, soy Lola de Hacienda” (tras conocer sus problemas con el fisco) o “el pendiente Iñigo, no lo quiero perder” (cuando paró una actuación en directo para encontrar su joya) son algunos momentos que sirven para recordar a esta mujer de fuerte carácter que supo dejar huella allí donde iba.



El legado de Lola Flores continúa presente con una familia que ha optado por mantener su apellido como marca personal. Después de protagonizar cientos de portadas en la prensa rosa, ‘Lola de España’ protagonizó la boda del año en 1957 al casarse con Antonio González Batista, más conocido como ‘El Pescadilla’. Una relación de la que surgieron los tres hijos que siguieron con la tradición musical. Lolita, Rosario y Antonio heredaron el apellido de ‘La Faraona’ para abrirse un hueco en la industria musical y dedicarse a ello.

El 16 de mayo de 1995 se apagó la luz de Lola Flores tras una larga lucha contra el cáncer de mama. España perdía así a una de sus grandes voces y el domicilio familiar se convirtió en lugar de peregrinación para más de 150.000 personas que quisieron despedirse de La Faraona. Un drama que también propició a las dos semanas el fallecimiento de su hijo Antonio Flores. El autor de himnos como ‘No dudaría’ o ‘Siete vidas’ no superó la pérdida de su madre y murió de una sobredosis.



David Suárez, La Vanguardia.

21 de enero, 2016

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