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«Hey, sólo pienso en ti, juntos de la mano se les ve por el jardín... No puede haber nadie en este mundo tan feliz»



En noviembre de 1978, Víctor Manuel grabó este himno a la tolerancia inspirado en el amor entre dos discapacitados. Ella era Mariluz. Él, Antonio. Hoy, un matrimonio, tres hijos y 40 noviembres después, Antonio y Mariluz están aquí.

Llevan un rato mirándose, quietos, de pie. Están cogidos de la mano y no dicen nada. Sólo se oye un viento breve contra las hojas y de vez en cuando el clic mundano de una cámara. En este instante de silencio, en medio de los dos, una canción se echa a hablar.

Hey, sólo pienso en ti, juntos de la mano se les ve por el jardín...


Son ellos. Mariluz y Antonio. Hacen un gesto y sonríen. Ella se arranca a tararear. Él asiente.

Son ellos. Una mujer y un hombre gobernando su discapacidad, casados frente a tantas cosas, inventores de tres hijos, pareja con horario.

Son ellos. Mariluz y Antonio, los protagonistas reales de “Sólo pienso en ti”, aquella candidatura de Víctor Manuel contra el estigma que es ya el himno colectivo de una era.

La canción se grabó en Milán en noviembre de 1978 y hoy, 40 noviembres después, Mariluz y Antonio están aquí.



«Yo la vi y me gustó. Le dije: 'Si quieres, nos vamos a enamorar'». «Yo pensé lo mismo. Pero le dije que era pronto, que fuéramos despacio».


Él tenía 25 años. Ella, 22. Ya se habían echado el ojo en el centro donde Antonio trajinaba en la carpintería y Mariluz en el equipo de limpieza. Un día ella estaba bordando en el sillón y él se le acercó con la pregunta que inauguró su historia.

Estamos en Promi, la asociación para la Promoción de Minusválidos, como se llamaba antes a estos héroes de hoy. Es un complejo de residencias, pisos y talleres que lleva casi medio siglo dignificando la vida de personas con discapacidad intelectual. Los habitantes de Cabra conocen a los vivos de Promi, sus paseos por el pueblo, la vida en sus bloques de barrio, los productos que trabajan y la cultura que reparten.

«Me gusta hacer teatro. Hice Caperucita Roja y El mago de Oz. Este año hemos hecho una obra de mimos sobre el amor». Mariluz habla más que Antonio. Hay un alzheimer asomándose que lo aleja cada vez más del presente. Así que empecemos por el pasado.


"Ella fue a nacer en una fría sala de hospital. Cuando vio la luz su frente se quebró cómo cristal... Porque entre los dedos, a su padre Mariluz se le escurrió".

Fue hace 63 años, un 2 de marzo, en Córdoba. El golpe contra el suelo provocó un daño cerebral que acompañará a Mariluz hasta que muera.

Mariluz Castro Jiménez, niña distinta, cosa a esconder, carne de cañón. «Mi padrastro era un rayo encendido. Quería aprovecharse de mí y le metí una patada en sus partes». La cría fue aparcada en varios centros de Sevilla y un psiquiátrico de Córdoba, pero no todos eran un abrigo. «A finales de los 70, don Juan, el fundador de Promi, fue reclutando personas de otras residencias donde las cosas no se hacían bien. Veía en qué condiciones vivían y su falta de integración y se las traía a Promi. Y entre ellas estaba Mariluz. Entró aquí el 3 de noviembre de 1977». Habla Plácido Carrasco Navarro, uno de los cinco psicólogos y psicólogas de la asociación, mientras caminamos junto a residentes intrigados por la presencia de dos tipos con cámaras y un bloc.



"Él nació de pie, le fueron a parir entre algodón. Su padre pensó que aquello era un castigo del Señor. Le buscó un lugar para olvidarlo..."

Y siendo niño, Antonio conoció el sabor de la diferencia. Todo había empezado hace ahora 66 años, un 31 de enero, en Antequera. «En mi pueblo todos me llaman Miguel».


Miguel Antonio Roldán Molero se crió criando cabras, gallinas, vacas, una vida rural sin escuela, una infancia abrupta. «La situación con algún familiar se hizo insostenible y todas las partes pensaron que lo mejor para Antonio era vivir en Promi. Llegó el 1 de octubre de 1977», cuenta Plácido. «Yo fui de los primeros en entrar aquí. Vine con un primo mío. No me arrepiento. Soy feliz».

Con Mariluz y Antonio en Promi, el destino se puso a trabajar.


En el comedor les sientan separados a comer. Si se miran bien...

Mariluz y Antonio se enamoraron, hormigas por los pies. Se veían en los talleres de ultracongelados o en las tareas comunes, se hablaban «como novios», salían a pasear por el jardín.



Víctor Manuel se topó en el Diario de Córdoba con un reportaje sobre Promi, hombres y mujeres viviendo y trabajando juntos. Y entre ellos, dos que eran uno. "Sólo pienso en ti".

Al cabo de un tiempo, Mariluz y Antonio pensaron en casarse, la segunda revolución de sus vidas. Y de las de otros. «Si ya era extraño que se aceptara la relación de dos personas con discapacidad, imagínate el matrimonio», evoca este psicólogo militante en los derechos de los humanos.

La pareja se lo contó a don Juan. «¿Cómo iba yo a oponerme a su amor? Me pareció muy bien, pero había que saltar muchos obstáculos». Es Juan Pérez Marín, don Juan, como lo llaman aquí. Este médico andaluz aún se deja caer muchos días por Promi, como un padre eterno, como un abuelo en forma. Su hijo, Juan Antonio Pérez, preside ahora todo esto, un latido de profesionales y residentes capaces.

- Yo le pregunté al cura: 'Si Mariluz y yo nos casamos, ¿usted nos casa?'.

- ¿Y qué dijo el cura?

- ¡Que sí!


Pero el asunto no era tan fácil: España, años 70, una boda entre «retrasados mentales»... Nació un calvario de permisos, el esfuerzo de los argumentos, las ocho letras de libertad, una lucha para convencer al mundo. Y a la Iglesia.

Plácido relata que el cura, el fundador de Promi y la pareja viajaron hasta el arzobispado de Córdoba. En eso, Mariluz nos sonríe y se acuerda: «Tuvimos que declarar nuestro amor ante el obispo para que nos dejara casarnos».

En la capilla, que hoy sigue guardando susurros para Dios, no cabía un alma aquel 24 de enero de 1982. Todos los compañeros, los amigos, los trabajadores, las familias... Ahora pedimos a Mariluz y a Antonio que entren en la capilla y posen en el mismo lugar.

- ¿Os volveríais a casar?

- Yo no.

- Ni yo. ¡Así estamos bien!




Antonio y Mariluz se fueron a vivir a un piso tutelado por la asociación. «Cuando volvíamos del trabajo en Promi, yo guisaba y limpiaba la casa. Antonio sabía hacer migas». Y entonces Antonio nos rescata la receta rescatándose la memoria.


El amor y el sexo trajeron al mundo a tres niños: Juan Manuel y los gemelos Francisco y Antonio. Mariluz los amamantó como una madre clueca. Antonio dice que se les daba bien. «A las cinco, yo los recogía del colegio, los bañaba, y Mariluz ya tenía el trabajo hecho».

Pero la convivencia no fue todo lo buena que ellos habían imaginado. Al cabo de los años, se decidió que lo mejor era ceder los hijos en adopción. Los tres críos se fueron a vivir con una hermana de Antonio.


«La familia de Antonio es muy buena, es como si fuera la mía. Hablamos con nuestros hijos por teléfono y a veces los vemos. Ahora vamos a pasar juntos la Navidad».

Antonio y Mariluz tenían unos planes con sus hijos pero la vida escondía otros. A ella aún le pellizca la separación. Él empieza a no acordarse. Es un tema delicado para ellos, un territorio de amor y dolor. No les preguntamos más.

La pareja de esta historia, los versos vivientes de esta canción, siguió trabajando. Carpintería, cocina, jardinería, manualidades... «Mira, aquí descargábamos los camiones», dice Antonio en una ráfaga de realidad. «Yo hacía salmorejo ahí dentro. Ahora lo hacen las cocineras», suelta Mariluz señalando las cocinas.


La vida fue pasando parecida a la de los demás. Antonio y Mariluz vivían juntos, iban a trabajar a Promi y volvían a casa. Pero el deterioro cognitivo hizo de las suyas y hace algunos años que ya no comparten techo. Mariluz duerme en una residencia clavada en un barrio de Cabra y Antonio en otro pabellón situado un poco más lejos del centro el pueblo.

Pero de nueve a cinco y media no se separan.


Estamos en el presente.

Parecen tan pareja que Mariluz le echa una bronca a Antonio por fumar y él se la traga pero sigue soltando humo. «Mando yo», dice el pícaro, riéndose.

Los fines de semana pasean por Cabra. «Merendamos, compramos cosas en los chinos y damos un paseo hasta la Virgen de la Sierra. Somos creyentes, sí. Bueno, lo justito».

Mariluz está a gusto y empieza a legarnos unas píldoras de sorna, un discurso salpicado con humor y una mueca cómplice. «Una vez estuvo aquí la reina Sofía. El marido no vino».

Y cuenta que dieron un paseo con su majestad y que le regalaron una mesa de ajedrez hecha por todas. «Otro día vino Vicente del Bosque. Llovía a mares».




- ¿Os gusta el fútbol?

- Yo soy del Málaga, dice Antonio.

- Yo soy del Córdoba, dice Mariluz.

Antonio no sabe leer, pero por la noche se sienta en un sofá y mira las revistas. Mariluz dice que le gustan los libros de aventuras. Y el teatro. «Me recuerda mi infancia, cuando hacía obras de pequeña. Me gusta maquillarme, y los nervios del escenario. Me gusta cuando actuamos porque nos relacionamos con gente. Ese día convivimos con las familias, hacemos paellas y nos damos premios. A mí me dieron el del club de los 40 años y a Antonio uno por jubilarse. El teatro y todo eso es por la integración. Yo me siento feliz».


Mariluz volverá a serlo el lunes. El 3 de diciembre, Antonio y ella encarnarán la jornada La diversidad funcional como ejemplo de vida, un desvelo más para mostrar la capacidad de la discapacidad. «Vamos a ir a los colegios para servir de ejemplo de que nosotros somos como los demás. Alguna gente mira mal a los compañeros y eso no me gusta. Todos tenemos dificultades, todo el mundo tiene defectos. Pero todos somos personas. En el fondo, los que se creen más listos son iguales que nosotros. Queremos que nos miren como a los demás. Somos capaces de hacer cosas, cada uno lo que puede». A Mariluz debe parecerle que este minuto de palabras le ha quedado muy serio y nos colma con otra carcajada. «Cada uno tiene su capacidad. Yo la tengo en la frente, por no decir otra cosa...».

Nos batimos a mandíbula riente.


Cuando les preguntamos si les interesa la política, Mariluz nos informa de que ve las noticias en Canal Sur. «Al Gobierno se le va la olla. Son todos iguales. Nosotros siempre hemos votado, pero este año que no cuenten conmigo». Ea.

Por la tele va a entrar otra humorada de mujer. «Antonio ve toros cuando los echan por la tele. A él le gustan desde pequeño. A mí los toros, regular. Lo que me gustan son los toreros».

Ahí está el ingenio, el latigazo de la risa. Una de las capacidades. Como la de sus manos, las gruesas de Antonio tras una biografía de animales, pesos y maderas, y las moderadas de Mariluz, con ese currículo de fogones, tejidos y algunas bayetas.

Ahora tocan «las aceitunas». Con una bata y un gorro blancos, Antonio, Mariluz y un puñado de residentes pueblan una de las tareas del centro. «Mira, coges la almendra y la metes en la aceituna», explica Antonio con energía, como quien sabe hacer algo bien y se lo cuenta a otro que nunca lo hizo. Aquí todos trabajan los pedidos que hacen las empresas, horas que suman sueldos y que les sirven para sentir que sirven.


Una vez estuvieron en Huesca, en una fiesta con Víctor Manuel. «Hace muchos años vino aquí para conocernos. Le queremos mucho».

- Y eso de la canción, ¿qué os parece, Mariluz?

- Muy bien. Un día, una mujer nos puso la canción y nos dijo que éramos famosos. Pues muy bien. Se llama "Sólo pienso en ti". Es muy bonita. Cuando la oímos, yo siento mucha alegría de que nos la hayan dedicado».



Ellos fueron una canción y una canción fue el principio de ellos. ¿Qué habría sido de Mariluz y Antonio sin esta vida? «Si no fuera por Promi, mi vida habría sido peor. Yo no quería seguir en Sevilla. Me vine con los ojos cerrados. Llevo 41 años y aquí está mi familia. Aparte de Antonio, mi familia es Promi».

Parece un eslogan. Igual es el de Mariluz. El de Antonio es «No me arrepiento».


"Ella le regala alguna flor y él le dibuja en un papel"...

Algo parecido a un corazón se adivina en el folio y el rotulador que le damos a Antonio. Después, el fotógrafo vuelve a pedirles que se coloquen bajo un árbol. Y que se alejen juntos de la mano.


Vuelve a sonar el silencio de los ojos de Antonio y Mariluz. Y el chasquido de una cámara.

Plácido está siguiendo la sesión de fotos unos metros más allá del jardín y no se pierde un detalle de los dos. «Míralos, ésa es su verdad».

- ¿Y cuál es vuestra historia, Mariluz?

- ¿Nuestra historia? La de Pepito Zanahoria.




«Qué fortuna la mía, dice Víctor Manuel»

Qué fortuna la mía cuando en un hotel de carretera, en Montilla, hacía tiempo para ir a cantar en Aguilar de la Frontera y me dio por abrir el Diario de Córdoba. Una página completa hablaba de Promi y del hercúleo esfuerzo que estaba en marcha: la convivencia de discapacitados de ambos sexos en un espacio común y la resistencia de las familias a que les procurasen anticonceptivos a las mujeres.También contaban que fabricaban forjas, muebles y financiaban en parte sus vidas. Todo bajo la férrea y sabia mano del doctor Juan Pérez Marín.

Toda esa información entró en mi cabeza como cuchillo en la mantequilla, pero aún quedaba una imagen final que remataba la página: cuando terminaban el trabajo Mariluz y Antonio se agarraban de la mano y paseaban por el jardín. Cuando se editó "Sólo pienso en ti", todas las informaciones se referían a dos chicos con problemas. Cuarenta años después, el esfuerzo de las familias, de las asociaciones, ha dado visibilidad a los discapacitados, también integración y en el mejor de los casos trabajo digno. ¡Qué menos!



Texto de Rafael Álvarez. Fotos: Carlos García Pozo.

Cabra (Córdoba)

Marzo, 2018. El Mundo. es

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... Uno de los mejores letristas que ha parido España, sin duda... Él es más, mucho más que el hijo del ferroviario, o el nieto del abuelo Víctor... O de ese otro abuelo que fue fusilado en la Guerra Civil. Víctor es mucho Víctor.


Víctor Manuel nace el 7 de julio de 1947 en Mieres del Camino, Asturias, en el norte de España, hijo de Jesús, ferroviario, y Felicita, comerciante. Sus abuelos fueron Víctor y Ángel; a este último no llega a conocerle: murió fusilado en 1941, finalizada la Guerra Civil, cuando se hallaba preso en la cárcel de Oviedo, y en la fosa común de su cementerio civil se encuentran sus restos junto a los de otras 1.800 personas.





Cuenta que fue un pésimo estudiante y un gran soñador. Ya desde su infancia siente vocación musical que le lleva a imitar a Joselito y a aprender a tocar la armónica a los nueve años. Precisamente interpretando el tema La campanera de Joselito ofrece su primera actuación escolar. Tiempo después recibe como regalo de Reyes una guitarra y a los doce años escribe su primera canción, Tendré tu amor.


En 1963 se presenta al Primer Concurso Artístico de Otoño, celebrado en el Teatro Capitol de Mieres, como cantante e instrumentista, con su armónica. Lo hace con el nombre artístico de San José y en el primer apartado consigue llegar a la final, a la que no puede presentarse debido a un fuerte resfriado. Mientras continúa sus estudios pasa a ser el cantante de la orquesta Bossa Nova, trabajo por el que cobra 175 pesetas cada vez que actúa. Ese mismo año también es seleccionado para jugar en el equipo juvenil de fútbol del Caudal de Mieres, pero los acontecimientos le obligan a decantarse por la música, aunque ha seguido practicándolo hasta hace pocos años.


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En 1964 se traslada a Madrid, donde estudia solfeo y piano con el maestro Nicolás y canto con el maestro Abanades. Participa en varios concursos y actúa por vez primera en Madrid en el Circo Price en un homenaje a Antonio Molina y Marifé de Triana. Durante año y medio canta cada domingo en el programa concurso La nueva ola musical en la emisora La Voz de Madrid, ganando una Estrella de Oro.

En 1965 consigue grabar con Belter sus primeros sencillos, que saldrían a la venta un año después. Lo hace amadrinado por la poetisa Fina de Calderón, quien escribió tres canciones para su primer EP, Y sin embargo, Primer disco y Por Caridad. Para ese mismo disco Víctor escribe Ninnete. Graba dos canciones más, Lejano, lejano y Un gran hombre, dedicada a Franco. Aún graba otras dos canciones, Tus cosas y Mucho, tras concursar en el Festival de Benidorm de 1966. En estas primeras grabaciones presenta un estilo impersonal, irreconocible y no tiene ninguna repercusión ni mediática ni comercial.



En 1967, tras presentar sus composiciones en algunos festivales, llega por fin algún éxito modesto. En el Festival del Miño (Orense), su tema Lazos azules y rosas, que cantan Paco Ruano y Los Unísonos, gana el primer premio. Lo mismo ocurre en el Festival del Eo (Vegadeo) con Nada es igual, cantada por Cholo Juvacho. También participa en el Festival del Atlántico (Puerto de la Cruz- Tenerife), interpretando él mismo Un sombrero de paja, unas gafas de sol. El Festival del Miño y el de Vegadeo estaban bien dotados económicamente y le proporcionan un importante colchón para afrontar el invierno.


Concierto completo de VMSJ en octubre, 2021. Leganés, Madrid.


A finales de 1967 y parte del 68 se aísla para dedicarse a la composición. Encuentra otra manera de escribir canciones tras escuchar a grandes maestros como Aznavour, Becaud o Alain Barriére y escribe temas más personales como El cobarde, El mendigo, El tren de madera o La romería. Convoca a los medios de comunicación, aunque solo acuden ocho personas, en un estudio que alquila en La Voz de Madrid. Allí le escucha Juan Canal, de la editorial Canciones del Mundo, quien habla con Augusto Algueró padre, que a su vez le consigue un contrato con la discográfica Philips donde graba por vez primera El cobarde y El tren de madera.



En 1971, tras abandonar Belter, graba su primer disco con Philips, Quiero abrazarte tanto, con temas como el que da nombre al álbum, Carmina o Madre Coraje.

Quiero abrazarte tanto es su primer gran éxito en Latinoamérica y con él visita Argentina, Chile, Venezuela, México… Canta en televisión y hace presentaciones en concierto.

En 1972 edita su tercer álbum, Dame la mano. Si en trabajos anteriores ya había tenido problemas con la censura y se fueron quedando en el cajón La planta 14, Asturias, Nuevas oraciones nº 1 o Carta de un minero a Manuel Llaneza, en este se agravan. Tiene que reescribir muchas de las canciones, ya que en algunos títulos, como Por eso estoy aquí, deja patente su ideología de izquierdas.




Ese mismo año hace una gira por el norte de España que hoy puede resultar muy curiosa, ya que comparte escenario con Julio Iglesias y, aunque leyendas urbanas atribuyen a Julio el papel de telonero, Víctor lo ha desmentido reiteradamente; cada día comenzaba uno y cerraba el otro. En La Coruña le presentan a la actriz Ana Belén, que está representando la obra de teatro Sabor a miel, con la que inicia una relación sentimental que es dada a conocer por la prensa después del verano. A finales de año protagonizan juntos la película Morbo, dirigida por Gonzalo Suárez y rodada en San Feliú de Guíxols (Girona).


En 1972 Víctor Manuel escribe Ravos, una comedia musical pensada para ser interpretada por él mismo en compañía de Ana Belén. La obra no recibe la aprobación de la censura, que además le sigue obligando a reescribir muchas de sus canciones y le impone multas por interpretar algunas de ellas en directo.



Rueda su segunda película, el musical Al diablo, con amor, también dirigida por Gonzalo Suárez y también con Ana Belén, a la que dedica su Canción para Pilar. De la película, coproducida por Víctor, se edita la banda sonora en disco. El 13 de junio Víctor y Ana se casan en Gibraltar por lo civil.

Posteriormente viaja a Brasil, donde, representando a España, actúa junto a Nino Bravo el 16 de septiembre en el Festival Internacional de Río de Janeiro. Víctor interpreta el tema Qué pena.

En 1974, saca el disco Todos tenemos un precio, con canciones como Qué pena y La alemana. El 18 de agosto, Ana y Víctor ofrecen su primer recital conjunto, en el Pabellón de Deportes de Gijón.

El 30 de enero de 1975, tras años de veto, vuelve a aparecer en las pantallas de TVE gracias a José María Iñigo, que le invita a su programa Hoy, 14:15.



Héctor Vázquez-Azpiri publica para la editorial Júcar, y dentro de su serie Los Juglares, la biografía de Víctor. Saca un álbum de urgencia, Cómicos, canción compuesta enmedio de la huelga que los actores españoles protagonizan ese año.


El 20 de diciembre participa en el IX Festival de Villancicos Nuevos de Pamplona, junto a Amancio Prada, Lourdes Iriondo, Luis Eduardo Aute, Rosa León y Luis Pastor entre otros. Canta tres canciones no permitidas, en una, ¿Que será que todos piden?, alza su voz pidiendo amnistía para los presos políticos y por ello pasa la noche en la comisaría.




En 1976 publica dos discos. El primero es un directo grabado en el Teatro Monumental de Madrid, donde registra por vez primera Planta 14 o Asturias. El segundo, de marcado contenido político y titulado Canto para todos, ofrece una cara con temas como Camaradas, Al compañero Orlando Martínez o Socialismo en libertad y la otra cara con temas cantados en bable, como Danza del cuélebre, Xiringüelu o Yeren dos güajes. Ese mismo año, tras haber recibido varios anónimos, y durante una estancia de la pareja en Cuba, un grupo de extrema derecha hacen estallar una bomba en su casa de Torrelodones. El 13 de noviembre nace su hijo David.



En 1977 participa en muchos actos del Partido Comunista de España, del que es coordinador musical. Viaja a la República Democrática Alemana para participar en el Festival de los Pueblos junto a Inti Illimani, Il Canzionero d´il Lazio, Carlos Paredes y en Berlín Este graba Spanien, disco que nunca saldría en España, con temas como Nadie nos niegue el derecho, en el que pide la legalización del PCE, En 1978 graba el disco 10, un trabajo muy politizado con textos suyos y de poetas como Blas de Otero o Celaya. También este año produce el primer disco del grupo asturiano Nuberu, y canta con ellos Aida Lafuente, canción mítica en la historia de Asturias, y Xuanín, l´home de la unidá, con música de Nuberu y letra de Manuel Asur, dedicada a Juan Muñoz Zapico, líder sindical de Comisiones Obreras muerto en accidente de automóvil el año anterior.



En la carrera de Víctor Manuel, 1979 es un año clave. Vuelve al primer plano musical y consigue un gran éxito de ventas con el disco Soy un corazón tendido al sol, donde, sin dejar los temas políticos, demuestra ser un autor capaz de avanzar, de cantar a su tierra, al amor, a temas del mundo. Esto se produce tras su fichaje por la discográfica CBS que, tras adoptar una política de sacar jóvenes talentos y rescatar grandes cantantes, se entusiasma con las canciones que propone Víctor. Tal es el caso del tema Sólo pienso en ti, para muchos su obra maestra, basada en la relación entre dos jóvenes discapacitados mentales, que sube a lo más alto de la listas de éxitos. Con este disco y sobre todo con esta canción, tras unos elepés muy politizados que no tuvieron un gran éxito, el asturiano renació a los 32 años y recibió varios premios revelación, algo que no deja de ser curioso puesto que ya había conseguido varios números 1 durante toda la década anterior. El disco fue grabado en Milán (Italia), con la producción de Danilo Vaona.



En 1980 regresa a la ciudad italiana para grabar, también con la producción de Vaona, un nuevo disco, Luna, y da conciertos por toda España. Este nuevo disco incluye una canción pionera sobre homosexuales, Quién puso más, que se hace con el número uno. También escribe, en homenaje a Blas de Otero, Pido la paz y la palabra. Ese mismo año participa junto con Ana, Miguel Bosé, Eva y Mocedades en un disco infantil titulado Cosas de niños en el que interpreta los temas El columpio, El sembrador (con Ana) y Negrito Sandía (con Eva).

Un año después edita Ay amor, de nuevo grabado en Milán y con el tema que da título al álbum, que se convierte en otro de sus clásicos.



La vida en canciones. 75 años. Concierto (completo) en Valencia.


En 1982 viaja a Londres para grabar el elepé Por el camino y cambia de productor para renovar su sonido, trabajando con Geoff Westley. Abandona el PCE dando un portazo y publicando conjuntamente con Ana, un artículo en El País titulado Nos vamos porque seguimos en el mismo sitio. En 1983, durante las fiestas de San Isidro de Madrid, graban el disco en directo Víctor y Ana en vivo, en el Palacio de los Deportes. Ese año realiza varios conciertos en compañía de Rosa León. El 16 de septiembre de 1983 nace su hija Marina. Al año siguiente, tras viajar a Chile, Argentina y Brasil, graba en Londres, de nuevo con Westley, el disco El lanzador de cuchillos.


En 1985 publica En directo, grabado el 26 de marzo en el teatro de la Universidad Laboral de Gijón durante el único concierto que da ese año y que se emite por TVE al mes siguiente. Para la ocasión le acompañan en el escenario, además de Ana, Miguel Ríos, el grupo Beleño y la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias dirigida por su productor, Geoff Westley.


Durante los meses siguientes, produce en Londres Querido Pablo, homenaje a Pablo Milanés con Joan Manuel Serrat, Luis Eduardo Aute, Ana Belén, Miguel Ríos, Amaya Uranga, Silvio Rodríguez, Chico Buarque, Mercedes Sosa y el propio Víctor. En la capital británica comienza también la grabación del siguiente disco de la pareja, Para la ternura siempre hay tiempo.



En 1986 se celebra en España un referéndum para decidir el ingreso del país en la estructura militar de la OTAN y Víctor y Ana hacen campaña por el no. En lo musical, sale el doble elepé Para la ternura siempre hay tiempo, integrado por dos partes: Para la ternura, de Ana, y Siempre hay tiempo, de Víctor, con algunos dúos. El más famoso de ellos es La puerta de Alcalá, tema compuesto por el grupo Suburbano, que se convierte en un éxito masivo. Es el disco más vendido del año, con más de 300.000 copias. Realizan una gira multitudinaria por toda España que comienza en el estadio de Mestalla de Valencia ante 40.000 espectadores.




En 1991 edita un nuevo disco, El delicado olor de las violetas. En lo cinematográfico, produce una nueva película para Isabel Pantoja, El día que nací yo, dirigida por Pedro Olea, y coproduce en Chile La frontera, de Ricardo Larrain, que gana el Oso de Plata en el Festival de Berlín. Al año siguiente sigue centrado en el cine, produciendo El marido perfecto, que Ana Belén rueda en Praga en compañía de Tim Roth bajo la dirección de Beda Docampo. Para José Sacristán produce Yo me bajo en la próxima, ¿y usted?.


En 1993 publica un nuevo disco, Adónde irán los besos, y realiza junto con Ana una gira por España y América. Este año se rueda la última producción cinematográfica en la que participa, Tirano Banderas, protagonizada por Gian Maria Volonté y Ana Belén.




En 1994 se publica uno de los proyectos discográficos más exitosos de la pareja, Mucho más que dos, disco grabado en el Palacio de Deportes de Gijón y en el que participan como invitados Joaquín Sabina, Joan Manuel Serrat, Pablo Milanés, Manolo Tena, Juan Echanove, Miguel Ríos y Antonio Flores. En el disco versionan canciones de sus invitados y estrenan Yo también nací en el 53, de Andrés Molina, y Contamíname, de Pedro Guerra, que gana un Premio Ondas y se convierte en otro de sus temas estrella. Posteriormente realizan dos giras multitudinarias que les llevan de España a Latinoamérica y Nueva York.


Un año después invita a Pablo Milanés a realizar una gira conjunta, En blanco y negro, con tres nuevas canciones: En blanco y negro, con letra de Sabina y música de Pablo y Víctor; Imágenes en blanco y negro, de Pedro Guerra; y Dos colores: blanco y negro, de Jorge Drexler. Además de cantar a dúo, intercambian canciones e interpretan Un ramito de violetas, de Cecilia. Producto de esta gira, que es suspendida a la mitad por enfermedad de Pablo Milanés, lanzan un disco homónimo.


En 1996 publica el disco Sin memoria, de nuevo con la producción de Geoff Westley. Pero este proyecto queda eclipsado por El gusto es nuestro, gira con Ana, Miguel Ríos y Serrat, que recorre toda España y luego América con un éxito arrollador, convirtiéndose en la la gira con mayor asistencia de público realizada en España hasta ese momento. Con ella ganan el Premio Ondas a la Mejor Gira y editan un disco que vende medio millón de copias. Víctor escribe el libro Diario de ruta, con notas y anécdotas de la gira y de la carrera de los cuatro.



El año 2003 produce …Entre todas las mujeres, disco homenaje a Joaquín Sabina, en el que cantan sus canciones voces femeninas como Chavela Vargas, Rosario, Pasión Vega, María Jiménez, Tamara, Soledad Giménez, Lua Ríos, Carmen París, Adriana Varela, Julieta Venegas, Niña Pastori, Olga Román y Ana Belén entre otras.


A comienzos de 2004 publica un nuevo disco, El perro del garaje, con temas de actualidad como la guerra de Irak, la catástrofe del Prestige, el 11-S o las mujeres maltratadas. Sobre el tema de la violencia de género realiza también el corto El club de las mujeres muertas para la serie de cortos Hay motivo, estrenándose así como director. Este mismo año, como conmemoración del centenario de Pablo Neruda produce el disco Neruda en el corazón, en el que Jorge Drexler, Ana Belén, Pedro Guerra, Miguel Bosé, Adriana Varela, Joaquín Sabina, Lucio Dalla, Vicente Amigo, Montse Cortés, Antonio Vega, Joan Manuel Serrat, Julieta Venegas, Pablo Milanés, Sole Giménez, Miguel Poveda, Miguel Ríos, Carmen París, Enrique Morente y el propio Víctor musican o cantan poemas del poeta chileno. El trabajo se presenta en el ámbito del Fórum de las Culturas celebrado en Barcelona en un concierto en el Palau Sant Jordi, con la dirección escénica de Manuel Huerga y es televisado a España y Latinoamérica. De julio a diciembre, Víctor realiza una gira por España y Latinoamérica.




En el año 2005 recibe el encargo de componer el himno del centenario del Real Sporting de Gijón, que se titularía Puxa Sporting. Los aficionados lo reciben de forma desigual. Ese mismo año comienza con Ana Belén la gira Una canción me trajo aquí, en la que repasan sus carreras con más de 60 canciones, algunas esbozadas y otras enteras, y durante la que estrenan tres temas nuevos, entre ellos el que da título a la gira, escrito por Jorge Drexler. El 16 de septiembre se graba en el Teatro Romano de Mérida uno de los conciertos de la gira, que se pone a la venta en enero del año siguiente coincidiendo con la celebración de los 40 años desde que Víctor sacó sus primeros singles. El 25 de enero presentan la versión para teatro de la gira. En noviembre de 2007 se publica un cancionero completo de su obra musical llamado, al igual que su disco sinfónico, Vivir para cantarlo.




En febrero de 2008 Víctor Manuel publica su último trabajo discográfico hasta la fecha, No hay nada mejor que escribir una canción. Lo presenta en compañía de Ana Belén en España y Latinoamérica, en una gira, llamada Tal para cual. También en 2008, con motivo del centenario del nacimiento del que fuera presidente de Chile Salvador Allende, se encargó de coordinar un concierto homenaje en el Estadio Nacional de Santiago de Chile, titulado Cien Años Mil Sueños con cantantes de España y Latinoamérica como Miguel Bosé, Juanes, Pedro Aznar, Miguel Ríos, Ana Belén, Joaquín Sabina, Ángel Parra o Isabel Parra entre otros artistas.


El 14 de febrero de 2009, comienza la gira Vivir para cantarlo, con el sobrenombre Biografía de las canciones, que le llevará por España y Latinoamérica y donde hace un repaso a su carrera desde los años 60 hasta la actualidad, centrándose en lo que supone para él cada canción elegida.


En septiembre del mismo año, participa en el polémico concierto Paz sin fronteras, organizado por Juanes y Miguel Bosé en La Habana y que reunió a más de un millón de personas. Canta junto a Olga Tañón, Danny Rivera, Miguel Bosé, Luis Eduardo Aute, Juan Fernando Velasco, Jovanotti, Amaury Pérez, Silvio Rodríguez, Orishas, Carlos Varela, X Alfonso, Yerba Buena y Los Van Van. El concierto, por sus características tiene amplia repercusión en EEUU y Latinoamérica.



Invitado junto a Ana Belén para cantar Quiero abrazarte tanto en el disco de Raphael 50 Aniversario.


El 20 de julio del 2010 pronuncia en el Conservatorio de Oviedo la conferencia inaugural de los Cursos de Verano 2010 de la Fundación Príncipe de Asturias con el titulo La música os hará libres tratando de contagiar a los jóvenes alumnos su pasión por la música.


40 años después de 7 Días con el pueblo en República Dominicana donde Ana y Víctor participaron, vuelven a convocarles para celebrarlo pero solo puede asistir Víctor. Muchos de los participantes quedaron en el camino (Mercedes Sosa, Noel Nicola, Guadalupe Trigo) pero allí estaban Dany Rivera, Los Guaraguao, Silverio, Pi de la Serra, Víctor Víctor, Claudio Cohen)


En febrero del 2015 repite 50 años no es nada en el Palacio de los Deportes en Madrid. Algunos amigos que no pudieron estar en Oviedo se sumaron al concierto como Joaquín Sabina, Andrés Suarez, Millán Salcedo, Jorge Drexler o Silvia Pérez Cruz.


Canciones regaladas se graba en el 2014 con la intención de editarlo pero se cruza 50 años y barre con todo. Por eso se pospone su edición hasta la primavera de 2015. 30 años habían pasado desde el anterior trabajo conjunto de estudio de Ana y Víctor, exactamente desde Para la ternura siempre hay tiempo. Decidieron escoger canciones de grandes maestros como Rubén Blades, Leonard Cohen, Chico Buarque, Antonio Carlos Jobim, José Alfredo Jiménez o Jose Afonso y darles una vuelta. Trabajo de muchas alegrías y gira potente por España y Latinoamerica.


Esta canción fue una de las primeras en tratar el tema de la homosexualidad.


Aun hace un último concierto de Vivir para cantarlo en abril del 2015 en Santo Domingo (República Dominicana) en el Teatro Nacional durante la Feria del Libro.

En noviembre del 2015 les entregan en Las Vegas un Grammy a toda una vida, coincidieron con otros premiados y amigos como Djavan, Pablo Milanés.


En 2016 se cumplían 20 años de un disco y gira mítica El gusto es nuestro. La compañía discográfica se interesó por si existía material que no hubiese sido editado entonces para hacer una nueva edición. Víctor se lo comentó a sus compañeros Ana, Serrat, Miguel Ríos y decidieron planificar una nueva gira. Todo había cambiado técnicamente tanto en estos años que las posibilidades que se abrían eran infinitas. El director volvió a ser Jose Carlos Plaza y había un codirector de grupo, junto a Ricard Miralles que veinte años atrás estudiaba música en Berklee, David San José.


El éxito fue espectacular y vendieron todos los tickets que pusieron a la venta. Giraron por España en el 2016 y en el 17 por Colombia, México, Chile y Argentina con idéntico planteamiento técnico y escenográfico que el utilizado en España.


Fuente: Página de Víctor Manuel

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Se reivindica poco a Victor Manuel San José. Lo hacemos recibiéndolo en plató con ocasión de la promoción de La vida en canciones, una retrospectiva en formato libro con tres cedés de temas suyos, incluyendo versiones inéditas. 59 canciones con colaboraciones como Dani Martín, Amaral o Rozalén. Una entrevista en la que revisamos momentos de una carrera que suma ya cinco décadas.


Aquí comparto el enlace (link) de la entrevista:


La vida en canciones. 75 años. Concierto completo en Valencia.




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