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Este país andino es la última excolonia española en América del Sur en celebrar su bicentenario. Los otros ocho países sudamericanos que se emanciparon de la corona española celebraron sus bicentenarios mucho tiempo antes.

Bolivia y Ecuador lo conmemoraron en 2009. Venezuela, Argentina, Colombia y Chile, en 2010. Y Paraguay y Uruguay, en 2011.




Mientras que Perú conmemora los 200 años desde que el general José de San Martín proclamó la independencia, muchos de sus vecinos sudamericanos optaron por conmemorar el bicentenario no de su emancipación, sino del inicio de las revoluciones que eventualmente los llevarían a ser naciones libres años más tarde.



Perú fue el último en dar su "grito libertario" ya que Lima, al ser el centro del poder realista en Sudamérica, fue la que más resistió la revolución libertadora.

"El virrey del Perú, José Fernando de Abascal, cumplió un rol crucial en la defensa de los intereses del rey y de la monarquía mediante una enfática política de exterminio de lo que llamó insurgentes o revolucionarios americanos", cuenta Bragoni.


El general José de San Martín anunció el 28 de julio de 1821, la noticia de la emancipación de la colonia española con las siguientes palabras: “Desde este momento, el Perú es libre e independiente por la voluntad general de los pueblos y por la justicia de su causa que Dios defiende.


¡Viva la Patria!, ¡Viva la Libertad!, ¡viva la Independencia! Así lo reflejan los textos de la época; además, antes de celebrar esta ceremonia pública en la Plaza Mayor de Lima, San Martín había anunciado el acontecimiento en la plazuela de La Merced y luego en la plaza Santa Ana, frente al Convento de los Descalzos.


Con la caída de Napoleón en Europa y el restablecimiento de Fernando VII en España, en 1814, los españoles dieron batalla contra los movimientos separatistas americanos, y la capital del Virreinato del Perú jugó un papel clave.


Llevaría 15 años -y una larga guerra de guerrillas- liberar todo el territorio altoperuano del dominio español y poder fundar una nueva patria.

La última nación sudamericana en independizarse de España fue bautizada República de Bolívar, en honor al libertador venezolano Simón Bolívar, pero en octubre de 1825 recibió su nombre actual de República de Bolivia.


Bolivia no fue, en rigor, el último país sudamericano en liberarse de la corona española. Como ya hemos mencionado, Bolivia se declaró un estado independiente recién en 1825, cuatro años más tarde que Perú. Resulta que el lugar que dio el primer grito libertario terminó siendo el último en lograr su independencia.


El entonces llamado Alto Perú era una región autónoma que primero había sido dependiente del Virreinato del Perú y luego del Virreinato del Río de la Plata, pero, cuando estalló la revolución en Buenos Aires en 1810, el virrey Abascal lo volvió a reincorporar provisionalmente al territorio bajo su mando.


Llevaría 15 años -y una larga guerra de guerrillas- liberar todo el territorio altoperuano del dominio español y poder fundar una nueva patria.

La última nación sudamericana en independizarse de España fue bautizada República de Bolívar, en honor al libertador venezolano Simón Bolívar, pero en octubre de 1825 recibió su nombre actual de República de Bolivia.




He visitado este país en dos ocasiones y tenía pautado ir una tercera vez, cosa que se vio truncada por la pandemia. Tengo recuerdos muy gratos en tierras andinas y llevo en mi corazón afectos profundos que me hacen querer volver.


Fuentes: Google, Buscador de palabras, Diario las Américas & BBC

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Luis Eduardo Lora Iglesias, mejor conocido como Huchi Lora (Santiago de los Caballeros, República Dominicana, 7 de mayo de 1947), es un periodista dominicano. También es un escritor y autor de letras de muchos merengues de nuestro amado Johnny Ventura... Pero más que todo esto, era su gran amigo.

Les comparto esta décima escrita para Juan de Dios Ventura Soriano, como modo de despedida.



Al momento de su adiós

El pueblo se rompe en llanto

Sintiendo que pierde el canto

Que lo llenó de contento.


Y llora al ver el momento

El fin del que le dio tanto

De un gran peñón de talento

El Señor quiso dotarlo


Johnny se puso a tallarlo

Sin perder nunca el aliento

Su madre fue el alimento

De su tenaz optimismo

Y así superó un abismo

Económico y social

Con la estatua colosal

Que él esculpió de sí mismo


El afán individual

Tampoco lo conformó

Pues junto al pueblo marchó

En cada lucha social


El éxito personal

No fue el único en su pecho

El pueblo ha visto los hechos

Que dan fe de su valía

Que a más de darle alegría

Luchó por darle derecho


Ante Dios está presente

Pero es una realidad

Que está su inmortalidad

En el alma de la gente


Él seguirá siendo fuente

de alegría musical

Sí, la vida es un cristal

Pero él seguirá cantando

Y este pueblo propagando

Johnny Ventura: inmortal




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Elísabet Benavent es la autora de la saga "En los zapatos de Valeria", libro en que se basa la nueva serie de Netflix y cuya afición a la escritura surgió a una edad muy temprana. Se la reconoce por el género de sus novelas romántico-contemporáneas. La escritora nació en Gandía, Valencia pero se mudó a Madrid para cursar su maestría en la Universidad Complutense y desde entonces reside allí.



La valenciana empezó a abrirse caminos en una plataforma digital y a raíz de la publicación de su primer libro "En los zapatos de Valeria" , en el 2013, su fama catapultó.

La Editorial Suma publicó la novela como primer libro de la saga "Valeria", misma que dio continuación a "Valeria en el espejo" (2013), "Valeria en blanco y negro" (2013), "Valeria al desnudo" (2013) y finalmente "El diario de Lola" (2015), en el que cuenta la historia de Valeria y sus amigas. Gracias a esto, Netflix estrenó la primera temporada el 8 de mayo de este año.

La serie está protagonizada por Diana Gómez (La casa de papel), Paula Malia (Si no te hubiera conocido), Silma López (Ocho citas) y Teresa Riott, (Cuéntame cómo pasó).


Es una serie con mucho sentido del humor, con mucha camaradería y complicidad entre las cuatro chicas; me recuerda mucho a mi cuadrilla de New York y nuestras conversaciones cada vez que nos reunimos. Ya quisiera que fuera tan a menudo como hacen Lola, Carmen, Valeria y Nerea pero nuestra realidad es otra.

Los episodios son refrescantes, divertidos y sirven para desconectar y pasar un buen rato. ¡Y qué decir de las localizaciones: nada menos que el centro de Madrid! La banda sonora también está bien. Me ha gustado mucho una canción de Natalia Lacunza, a quien descubrí en uno de los episodios.


Tiene muchas escenas de sexo, así que no es recomendable para puritanos.

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