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Nacido en Ciudad de México el 12 de agosto de 1911, Mario Moreno fue un comediante mexicano. Su actividad más conocida fue la de actor pero también fue productor y guionista.

Hijo de una familia numerosa, fueron 14 hermanos del matrimonio Moreno Reyes. Su era padre cartero y su madre, ama de casa. Creció en Santa maría La Redonda, cerca del barrio Tepito. Tuvo varios oficios, desde zapatero hasta mandadero.

El padrecito, película completa


Cantinflas fue una de las estrellas más importantes de las películas en español, pero nunca olvidó de dónde venía. Gran parte de su dinero se destinó a obras de caridad, incluidas viviendas de alta calidad para personas de bajos ingresos para los menos favorecidos de la Ciudad de México. Cuando murió, fue aclamado como un héroe nacional, y siguió un prolongado período de duelo oficial.





No existe un consenso real sobre cómo Mario Moreno Reyes adoptó su nombre profesional más familiar. Una historia cuenta que no quería avergonzar a su familia, que pensaba en el mundo del espectáculo como una profesión menos que respetable y por eso creó su nombre. Otra es que, en uno de sus primeros compromisos en un club nocturno, un interlocutor se burló de él con un "¡En la cantina inflas!" ("¡Te emborrachas en el bar!").

Otras historias dicen que el nombre proviene de frases como "¡Cuanto inflas!", (¡Realmente te emborrachas!) "¿Cantas o le inflas?" (¿cantas o te emborrachas?), o "ya calláte cantinflas" (cállate, cantante tacaño)... Por alguna razón, esto le divirtió y acortó la burla al nombre profesional de Cantinflas.



DATOS SOBRE CANTINFLAS


Una vez fue descrito como "el mejor comediante del mundo" por nada menos que Charles Chaplin en: "¿Quién es quién en la comedia?" de Ronald L. Smith. Pág. 88-89. Nueva York: Facts on File, 1992. ISBN 0816023387


Es responsable de más de una palabra que se encuentra en el diccionario del español moderno, incluido el verbo "Cantinflear", que aproximadamente significa hablar mucho pero no decir nada sustancial.


En su juventud, ganó dinero como boxeador y trabajó como acróbata en espectáculos de carpas de circo. En la cima de su carrera a fines de la década de 1950, Cantinflas ganaba más de $ 1.5 millones al año y en los comunicados de prensa se lo mencionaba como el comediante mejor pagado del mundo.


Fue galardonado con una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood en 6438 Hollywood Boulevard en Hollywood, California el 10 de octubre de 1980.




Aunque generaciones de latinos quedaron encantados con su locuacidad en una variedad de partes, el público estadounidense lo conocía mejor por un solo papel: en la película de comedia y viajes de Mike Todd de 1956 adaptada de la novela de Julio Verne: "La vuelta al mundo en 80 días". Cantinflas interpretó a "Passepartout", el torpe ayuda de cámara de Phileas Fogg, interpretado por David Niven.


Cantinflas hizo solo dos películas durante su breve carrera en los Estados Unidos a fines de la década de 1950. Después de "La vuelta al mundo", Columbia Pictures protagonizó a Cantinflas en su propia comedia épica multimillonaria, "Pepe", que incluyó cameos de más de 42 estrellas, entre los cuales estaban incluidos Bing Crosby, Marlene Dietrich, Tony Curtis, Frank Sinatra, Shirley MacLaine, Buster Keaton, Robert Morley, Evelyn Keyes, Peter Lorre, Red Skelton, Beatrice Lillie, Noël Coward, José Greco (Flamenco Dancer y su compañía), el famoso torero Luis Miguel Dominguín, entre otros.


"Pepe", sin embargo, fracasó estrepitosamente en taquilla y puso fin a la carrera de Cantinflas en Estados Unidos. Regresó a México, donde continuó haciendo películas hasta bien entrados los 70 años. Protagonizó al menos 35 películas en México, muchas para su propia compañía cinematográfica, Posa Films, más tarde conocida como Cantinflas Films.





"Cantinflas representa al mexicano humilde que quiere superarse a sí mismo y lograr algo en la vida", dijo en una entrevista de 1948. "Este es el mensaje de las películas".

Es una medida del impacto de Cantinflas en el mundo de habla hispana que su nombre fuera reconocido por los lingüistas como un nuevo coloquialismo.

Literalmente, Cantinflas no tiene ningún significado; el actor inventó la palabra como nombre artístico. Pero el sustantivo cantinflada ahora se define en el diccionario español autorizado de Larousse como un discurso largo y sin sentido, mientras que el verbo cantinflear significa hablar demasiado pero decir muy poco.


Cantinflas fue muy querido por su personaje "el peladito", un habitante de un barrio pobre urbano y sin un centavo que utilizó su ingenio y su infalible buena suerte para escapar de situaciones imposibles. A menudo comparado con "El pequeño vagabundo" de Chaplin, "el peladito" tenía un pequeño bigote en cada extremo de su labio superior. Habitante de una casa de vecindad y aficionado a todos los oficios, vestía un chaleco andrajoso, un sombrero de paja y un par de pantalones gastados sujetos con una cuerda.

Todavía en 1983, su película "El Barrendero" ("El limpiador de calles") ganó más dinero que cualquier otro largometraje en español que se haya mostrado en los Estados Unidos. En la cima de su carrera a finales de los años 50, Cantinflas ganaba más de 1,5 millones de dólares al año y en los comunicados de prensa se le mencionaba como la empresa mejor pagada del mundo.

Su película favorita: Su excelencia (1967).


Protagonizó adaptaciones cinematográficas cómicas de obras clásicas de ficción: Los tres mosqueteros (1942), Romeo y Julieta (1943), La vuelta al mundo en 80 días (1956) y Don Quijote cabalga de nuevo (1973).


Su coprotagonista más frecuente fue el actor español Ángel Garasa, quien tuvo destacados papeles secundarios en nueve de sus películas: Los tres mosqueteros (1942), Romeo y Julieta (1943), ¡A volar joven! (1947), El señor fotógrafo (1953), Caballero a la medida (1954), El analfabeto (1961), El padrecito (1964), Un Quijote sin La Mancha (1969) y El ministro y yo (1976).


Durante la mayor parte de su carrera estuvo bajo contrato exclusivo con Posa Films, la productora que realizó casi todos sus largometrajes desde Ni sangre, ni arena (1941) hasta El profe (1971).


La mayoría de sus películas fueron lanzadas por Columbia Pictures.


Cantinflas es considerado, según algunos críticos, el mejor comediante de México por dos razones principales: (1) sus películas fueron enormemente populares en América Latina y España y (2) nunca perdió su estrellato después de convertirse en una famoso.


Su apariencia física cambió notablemente cuando se sometió a una blefaroplastia para "levantar" sus párpados naturalmente encapuchados. Esta cirugía estética, que le dio un aspecto más juvenil, ocurrió entre El bolero de Raquel (1957) y Ama a tu prójimo (1958).


Su madre Soledad Reyes Guizar era de la localidad de Cotija de la Paz, Michoacán, México y su padre, Pedro Moreno Esquivel, era de la ciudad de San Luis Potosí en México.



Fuente: IMDb

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Lucho Gatica nació en el barrio Población Rubio de Rancagua, pueblo minero de la zona central de Chile, el 11 de Agosto de 1928. Fue bautizado con el nombre de Luis Enrique. Sus padres fueron Don José Agustín Gatica y Doña Juana Silva quienes ya tenían en su hogar a otros cuatro hijos y después de Lucho, procrearían todavía a una hija, la única mujer en una "pandilla" de seis varones.

Desgraciadamente, el señor Gatica murió cuando Lucho tenía solamente tres años de edad y le tocó a Doña Juana la titánica labor de sacar adelante a su extensa familia. Fueron tiempos difíciles pero "los Gatica-Silva" formaron un clan indestructible que no perdió la fe y la esperanza en el futuro. Tampoco faltó nunca en el hogar de Doña Juana una sonrisa y una canción para comunicar optimismo y unidad familiar.




Sus vecinos de esa época les recuerdan como "una familia muy musical".

Arturo Gatica fue el primero de los hermanos en lanzarse profesionalmente como cantante en Chile. Poseedor de una maravillosa voz de barítono, Arturo alcanzó gran popularidad interpretando cuencas y otras canciones del folklore chileno pero tambien incursó en otros géneros musicales. Fue el consentido de las estaciones radiales y sus presentaciones personales en teatros y "nightclubs" demostraban su gran poder de convocatoria.


Mientras tanto Luis Enrique, a quien apodaban cariñosamente "Pitico," estudiaba y crecía con el secreto deseo de ser como su hermano, de cantar y de ser famoso.

Siguiendo los consejos familiares, llegó a graduarse de técnico dental, una profesión sólida para un aspirante a estrella que no estaba muy seguro de su futuro.

Fue su propio hermano Arturo quien lo animó a perseguir sus sueños y junto a el debutó profesionalmente en el Teatro Apolo de su ciudad natal. Hizo sus primeras grabaciones para el sello Odeón como segunda voz de Arturo, unas grabaciones de canciones folclóricas chilenas que no llegaron a nada aunque entre ellas se encontraban melodías tan hermosas como "Tú que vas vendiendo flores", "La Partida" y "El Martirio"... Personalmente, Luis Enrique prefería cantar boleros pero los mayores lo consideraban demasiado joven para hacer justicia al romántico y candente repertorio del género.



DE FRENTE A LA FAMA


Luis Enrique continuó su escalada a la fama presentándose a veces con su hermano y otras como solista. Fue muy comentada su actuación con su hermano en la poderosa Radio Minería y de allí saltó al popular programa radial "Las estrellas se reúnen", conducido por Raul Matas. En ese programa fue donde se le bautizó como "Lucho" Gatica, al parecer de una manera muy casual: un presentador se equivocó y le llamó "Lucho" en el aire... De ahí en adelante todos le llamaron Lucho. El joven cantante se mantuvo como solista del programa durante cuatro años.


Con la madurez profesional que alcanzó en la radio, Lucho pudo persuadir a sus productores en Odeón que le permitieran grabar boleros. En esta primera sesión se incluyeron "Contigo en la distancia", "Nosotros" y "Sinceridad". Desde los músicos acompañantes hasta los técnicos en cabina, "sintieron" que ese día habían presenciado y escuchado algo especial e importante. La voz de Lucho interpretando esos temas conmovió a todos. No solamente había encontrado el cantante el vehículo ideal de expresión artistica, sino que el bolero había encontrado a su intérprete masculino definitivo.



En 1954, Lucho comenzó su primera gran gira internacional en Buenos Aires, como vocalista de la prestigiosa orquesta de Roberto Inglés. En la "tierra del Tango", Lucho pudo palpar un nuevo fenómeno: la histeria colectiva que sus presentaciones provocaban, sobre todo entre el público femenino. La gira continuó por Uruguay y Brasil antes de atravesar el Atlántico para cantar en la BBC de Londres.

Durante esta estancia en la capital inglesa, Parlophone, sucursal de Odeón en Inglaterra, lo invitó a grabar en sus estudios. Entre los temas que se incluyeron estaba "Bésame mucho," el popular bolero que desde los años 40 había sido grabado por muchos cantantes internacionales pero que alcanzó su consagración definitiva en la voz de Lucho.

Años despues, un joven cuarteto musical llamado Los Beatles visitaron estos mismos estudios Parlophone y pidieron la partitura de "Bésame mucho" la cual grabaron en sus primeras sesiones.



La película "No me platiques más"


Estas primeras grabaciones de Lucho llegaron a las estaciones de radio y comenzaron a transmitirse. Poco a poco, la voz de Lucho Gatica fue llegando a todo Chile y después a toda América. El éxito fue de escándalo internacional. Los radioescuchas se sintieron impactados por esta nueva forma de cantar el bolero, por esa voz aterciopelada y soñadora que "decía" la canción como nadie.. Explicar que Lucho "comunicaba" con sus oyentes es demasiado sencillo. Lo de Lucho iba más alla de la comunicación y llegaba directo al corazón...


LA CONSAGRACIÓN


Las grabaciones de Lucho Gatica y sus éxitos internacionales se sucedieron vertiginosamente. "La barca", "El reloj", "Novia ´mía", "La puerta", "Encadenados", "No me platiques" y otras veinte canciones llegaron todas al número uno de popularidad en los "hits parades" radiales de todo el continente. Hay que resaltar aquí que parte del genio de Lucho residía precisamente en saber escoger las canciones que grababa, canciones que han quedado inmortales en el recuerdo de millones de personas.


Para 1955, la "Luchomanía" había llegado a Cuba y a México, claramente los dos países más importantes para la industria del espectáculo en esa época. Dondequiera que llegaba el cantante, las demostraciones de afecto desenfrenadas se sucedían diariamente: damitas adolescentes, señoritas hechas y derechas y hasta respetables amas de casa reclamaban a gritos algo de Lucho: un beso, un apretón de mano, un autógrafo, un mechón de su cabellera, un pañuelo suyo, un pedazo de su ropa, cualquier cosa que sirviera como "souvenir" de su ídolo. El continente no había visto nada igual desde los años mozos de Frank Sinatra. En ocasiones, el entusiasmo popular fue tanto que se temió por la seguridad del cantante y se requirió la intervención de las autoridades.


Los más importantes teatros y arenas de América fueron los escenarios de estos inefables encuentros entre Lucho y su público. En La Habana sus seguidores desbordaron el Teatro Blanquita (entonces el teatro mas grande de América después del Radio City Music Hall) y de allí hizo unas legendarias presentaciones en el famoso "Tropicana".

Fue también en La Habana donde Lucho debutó por primera vez en televisión y según crónicas de la época, la vida cotidiana en Cuba se paralizaba diariamente cuando Lucho cantaba en la pantalla chica. Cuba, en aquella época, era la nación latinoamericana que más televisores tenía "per capita"). Todo el mundo quería ver y escuchar al "Rey del Bolero". Por motivos estratégicos, Lucho decide residir en México donde Odeón cuenta con amplios estudios de grabación y distribución. También debemos mencionar que la prolífica industria cinematográfica mexicana reclamaba urgentemente su presencia.


Así en 1956, Lucho aparece en cuatro películas cuyo reclamo principal era "la actuación musical de Lucho Gatica". Más tarde probaría su talento histriónico en otras producciones fílmicas, todas con gran éxito de taquilla, pero su actividad artística siempre se concentraría en la grabación de discos y las actuaciones de cara al público.


LUCHO EN EUROPA


Al finalizar los años cincuenta, ya era práctica comun en muchos países de América recibir a Lucho Gatica con los honores de un jefe de estado. Pero ni el propio cantante pudo anticipar lo que le esperaba al llegar a España en 1959. Más de 5,000 fans, en diversos estados de histeria, le recibieron a su llegada al aeropuerto de Barajas en Madrid, exhibiendo banderines, afiches y otros carteles de fabricación casera que mostraban la imagen del ídolo y el deseo de los madrileños de darle la bienvenida. Muchos miles más se apostaron a ambos

lados de las calles por donde desfiló el intérprete chileno, en coche descapotable, desde el aeropuerto hasta el centro de la ciudad. Un espontáneo y emotivo homenaje que Lucho no ha olvidado jamás. Sus actuaciones en España fueron verdaderos eventos sociales a los que acudieron realeza, políticos, estrellas de cine y representantes del "jet set" europeo.


Entre sus más fieles seguidoras de aquellos días gloriosos se encontraban las actrices Ava Gardner y Carmen Sevilla, con quienes la prensa "de corazón" quiso atribuirle sendos apasionados romances. Lucho, siempre un caballero en estos temas, no concedió demasiada importancia a los rumores y se limitó a expresar su agradecimiento y admiración por las dos estrellas cinematográficas y aclarar que los lazos eran de simple amistad.




De España es lógico que Lucho brincara a Portugal, donde su público tuvo al fin el placer de ver y escuchar al admirado bolerista en el prestigioso Casino de Estoril.

Estas actuaciones "en directo" también se convirtieron en eventos sociales frecuentados por celebridades y gente de toda condición social y cultural. A pesar de los esfuerzos de empresarios por mantener a Lucho en la Península Ibérica, el carismático cantante aceptó la invitación personal de Su Serena Alteza Gracia de Mónaco para cantar en la gala anual a beneficio de la Cruz Roja. En el legendario Casino de Mónaco, Lucho se convierte en ídolo de la Riviera Francesa, pero tampoco puede quedarse por mucho tiempo ya que le esperan compromisos para grabar y actuar en América.


Para entonces, el éxito internacional de Lucho Gatica ha repercutido en los Estados Unidos, donde la firma Capitol Records de Hollywood ha editado muchas de sus grabaciones en albums diseñados para el consumo del público de habla inglesa. Estas ediciones con títulos como "Lucho In Mexico", "South American Favorites by Lucho" or "Lara by Lucho" rompen la barrera del idioma y le abren ese importante mercado norteamericano.

Después de viajar in 1962 a Manila, Filipinas donde ofreció un concierto en el impresionante Coliseo Araneta ante 16,000 seguidores, la próxima parada del cantante fue Nueva York donde realizó una serie de actuaciones multitudinarias en el famoso Carnegie Hall.


Acompañado por una orquesta sinfónica dirigida por el maestro Lalo Schifrin y presentado por el importante crítico de jazz Willis Conover, Lucho Gatica conquistó la ciudad de los rascacielos como muy pocos hispanos lo habían logrado anteriormente. El gobierno norteamericano facilitó la transmisión radial de uno de esos conciertos en directo a Chile como gesto de "buena voluntad" hacia la nación del cantante.



En Nueva York también se le invitó a cantar en el Show de Ed Sullivan, el más popular programa de televisión de Estados Unidos.

Con los aplausos neuyorquinos todavía en sus oídos, Lucho se desplazó a California donde su gran amigo Nat "King" Cole le esperaba. Ambos establecieron su amistad en La Habana donde Lucho tuvo la cortesía de presentar al "Rey de la balada romántica norteamericana" en el Tropicana. Ahora el Sr. Cole reciprocaba presentando al "Rey del Bolero" en el importante Hollywood Bowl, fortaleciendo así una sincera amistad que se mantuvo hasta el lamentable fallecimiento de Nat en 1965.


El éxito de Lucho Gatica en el Hollywood Bowl ha quedado como una de las grandes leyendas del "show business" americano. Por aquellas fechas, los publicistas tuvieron la brillante idea de juntar a los "dos ídolos del momento", Lucho y Elvis Presley para una sesión de fotos que dieron la vuelta al mundo. Es también por ese tiempo que Lucho es invitado a presentarse en los más exitosos programas de televisión como los "shows" de Dinah Shore, Perry Como y Patti Page. Finalmente graba para la Capitol varios temas en inglés, con el acompañamiento de la orquesta de Nelson Riddle, siendo estas grabaciones de inmenso interés para coleccionistas de hoy.



CON EL MITO A CUESTAS


Los logros de Lucho Gatica durante esos primeros diez años de carrera le acompañarían en los próximos cuarenta años. Nuevas grabaciones proliferaron durante las siguientes décadas que atestiguan la versatilidad del intérprete quien se adapta a los cambios musicales de cada momento sin perder el estilo romántico que su público espera. Al mismo tiempo conquista nuevos mercados con giras internacionales que le llevaron a lugares tan lejanos como el Medio Oriente y Japón. Para entonces las canciones que Lucho Gatica popularizara se han convertido en "clásicas" del repertorio hispano-americano y cada nueva generación produce intérpretes que revisitan los grandes éxitos del cantante chileno aunque queda claro que nadie puede superar al original "Rey del Bolero."


En 1990, EMI-España editó un disco compacto doble con las grabaciones más exitosas de Lucho y lo titularon "Bolero es... Lucho Gatica." El lanzamiento sorprendió a toda la industria al venderse 400,000 copias en sólo dos semanas, superando a las grabaciones más recientes de Madonna, Michael Jackson y a otros artistas del entonces floreciente género del "hip-hop." Un segundo volumen de "Bolero es..." no se hizo esperar manteniendo a Lucho en las listas de popularidad y ventas por varios meses. Algo similar ha estado sucediendo en todos los países donde se editan las grabaciones del ídolo chileno, incluso en los Estados Unidos. De la misma forma continúa el reclamo para actuaciones de Lucho en directo, ya sea en teatros, cabarets o televisión.


En 1996 la importante cadena HBO produjo un espectacular homenaje a Lucho Gatica grabado "en vivo" en el impresionante James L. Knight Center de Miami, con la participación de importantes artistas como Celia Cruz, Julio Iglesias, Luis Miguel, Monna Bell y otros.

Lucho cantó a dúo con todas la celebridades presentes y el show fue transmitido por HBO en un programa especial de dos horas de duración para todo el mundo.


La vida personal de Lucho Gatica ha sido tan intensa como su vida profesional. En la primera etapa de su carrera se le consideró como un "playboy" internacional "con una novia en cada puerto," pero en 1960 la noticia de su boda con la bellísima actriz puertoriquena Mapita Cortés conmocionó a América y rompió los corazones de millares de señoritas que se consideraban aptas para el honor. Lucho y Mapita fueron la pareja perfecta durante muchos años y el matrimonio fue bendecido con abundante descendencia: Luis, Maria del Pilar, Aida Yolanda, Juana Silvia y Alfredo Fernando. Sin embargo la unión terminó en un "divorcio amistoso" cuyos motivos reales fueron celosamente guardados por la pareja y Lucho se casaría dos veces más.


Durante su exitosa carrera, Lucho Gatica ha recibido los más importantes premios y reconocimientos en todos los países donde ha actuado y donde se editan sus discos. Es virtualmente imposible hacer una lista completa, pero Lucho recuerda emocionado la proclama oficial emitida en su pueblo natal de Rancagua, Chile donde lo nombran "Hijo Favorito". También considera entrañables la Medalla del Congreso que se le concedió en Ecuador y la Santa Cruz Triana de O'Higgins, el honor más grande que Chile otorga a sus ciudadanos notables.

En 1992 se le premió en el prestigioso Festival de Viña del Mar con la "Gaviota de Oro", el único trofeo de oro sólido concedido hasta la fecha en el mencionado evento.




También recibió el premio "por sus logros artísticos de toda su carrera" entregado a Lucho en el 2000 por la A.C.E., la "Asociación de Cronistas del Espectáculo" de Nueva York, y dos merecidos trofeos otorgados a Lucho en el 2007 en Chile: el Copihue de Oro a la Trayectoria" y la "Medalla de Oro a la Figura Fundamental de la Música Chilena" de la Sociedad Chilena de Derechos de Autor (SCD) la cual le fue entregada por la Presidenta de la República, Michelle Bachelet.

En el 2008 Lucho Gatica recibió dos importantes reconocimientos en los Estados Unidos. En Las Vegas se le entregó un Grammy Latino por toda una vida de éxitos discográficos y en Los Angeles se inauguró una estrella de concreto con el nombre de Lucho Gatica en el mítico Paseo de la Fama de Hollywood.



En 50 años de éxitos sin precedentes, muchos cronistas han intentado explicar los motivos que llevaron a Lucho Gatica de cantante a fenómeno social. Es obvio que su voz y su estilo inimitable tuvieron mucho que ver en el asunto. También hay que considerar su carismática presencia y ese encanto a medias entre el romanticismo y el "sex-appeal."



Fuentes: El tiempo..com, LuchoWeb..com, El País

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Robin McLaurin Williams (Chicago, Illinois, 21 de julio de 19512​- Paradise Cay, California, 11 de agosto de 2014)3​fue un comediante, actor y actor de voz estadounidense, ganador de un Premio Óscar, cinco Globos de Oro, un Premio del Sindicato de Actores, dos Premios Emmy y tres Premios Grammy.


Fue generalmente conocido por sus actuaciones en películas cómicas tales como Mrs. Doubtfire, Jumanji, Hook, Aladdín, Las aventuras del barón Munchausen, The Birdcage, Night at the Museum, o Happy Feet, como también aclamado por la crítica en películas dramáticas como Patch Adams, Good Morning, Vietnam, Good Will Hunting, Dead Poets Society, Awakenings, The Fisher King, One Hour Photo o Moscow on the Hudson, entre otras cosas.




Así fueron los últimos días de Robin Williams antes de su suicidio


El suicidio de Robin Williams en 2014 pilló a todos por sorpresa. Sin embargo, fueron muchas las señales que indicaban que algo andaba mal en la vida de uno de los mayores cómicos que Hollywood ha conocido. Un declive que el periodista del New York Times Dave Itzkoff ha recogido en su nueva biografía, Robin. “Fue uno de los cómicos más lanzados que he conocido. El artista más arriesgado”, afirma Billy Crystal. Un actor que parecía tenerlo todo, pero que durante los últimos años estuvo poseído por el sentimiento de haber llegado a su final. “Lo que vi [aquel día] fue un hombre asustado”, cuenta Crystal sobre una de las últimas veces que estuvo con su amigo y compañero de profesión. El intérprete es una de las voces consultadas en esta biografía, que saldrá a la venta el próximo 15 de mayo y en la que también participan la tercera esposa de Williams, Susan Schneider; su primogénito, Zak Williams, y su nuera, Alex Mallick, además de otros muchos actores, amigos y compañeros de trabajo.

Con la ayuda de todos ellos, Itzkoff logra retratar al artista. La sensación que le asaltaba en los últimos años venía marcada por una carrera en declive, lejos de los tiempos en los que ganó el Oscar por El indomable Will Hunting o cuando su voz dio vida al genio de Aladdin. También estaba en declive su fortuna. Como dijo el cómico en una ocasión, “divorciarse es caro”. Y él lo había hecho dos veces, primero de Valerie Velardi y después de Marsha Garces, con quien tuvo otros dos hijos. En el libro se muestra a un Williams que nunca llegó a superar el peso de su segundo divorcio y cómo este había dividido a su familia, especialmente en cuanto a la relación con sus hijos. “Tenía la seguridad de que nos había defraudado. Nunca acabó de aceptarlo. Algo triste porque todos le queríamos y solo queríamos su felicidad”, recuerda su hijo en el libro.



A las dificultades personales y laborales se unieron diferentes problemas de salud de los que durante un tiempo no supo la causa. Incluso el diagnóstico de Parkinson, en 2014, pudo haber estado equivocado, según se recoge en el libro de Itzkoff. La autopsia indicó que Williams padecía una forma de demencia incurable que tiende a manifestarse de forma agresiva en el cerebro y suele aumentar el riesgo de suicidio.


En medio de estas crisis estaba un hombre como Robin Williams, que vivía para su arte, que había dedicado 35 años a su carrera y, superados los 60, no sabía hacer otra cosa. Sin embargo, como declaró a muchos de sus allegados, Williams pensaba que era incapaz de volver a hacer reír a su público. “No puedo. No sé cómo ser gracioso”, le dijo llorando por aquel entonces a Cheri Minns, durante años su amiga y encargada de su maquillaje. Para entonces, la serie que le había devuelto a la televisión, medio en el que se dio a conocer al principio de su carrera, había fracasado, y las invitaciones que recibía de sus amigos para que regresara a los escenarios como monologuista le abrumaban. Siempre las rechazaba.


Según la biografía, su deterioro físico llegó a afectar su prodigiosa memoria, imposibilitando que el actor se aprendiera sus guiones. También presentaba problemas digestivos, a la hora de dormir, al orinar. Su voz había cambiado, había perdido mucho peso y sus músculos se paralizaban incomprensiblemente. El diagnóstico de Parkinson hizo realidad los peores temores del mejor amigo de Christopher Reeve. “Se sintió atrapado en su cuerpo”, recuerda otra de sus amistades, Cyndi McHale.


En esta crisis personal y laboral, Williams se fue aislando de todos. Según la biografía de Itzkoff, su tercera esposa, diseñadora gráfica, estaba acostumbrada a mantener una vida más independiente del actor que aquella a la que se había acostumbrado con Marsha, quien actuó durante años como su manager y le organizaba frecuentes encuentros y cenas con sus amigos. El matrimonio comenzó a dormir en habitaciones separadas, cada una en un extremo de la casa. Y meses antes de su muerte, Williams recurrió a un centro de desintoxicación que había conocido años atrás, cuando tuvo problemas de adicción, en busca de un lugar en el que meditar y encontrarse a sí mismo.


“En retrospectiva, siento que tendría que haber pasado más tiempo con él. Porque alguien que necesitaba apoyo no recibió lo que quería”, recuerda ahora su hijo. El cuerpo de Williams fue hallado sin vida en su casa al norte de San Francisco. Se había ahorcado con su cinturón. Unos amigos encontraron el cadáver mientras su esposa le esperaba para hacer meditación juntos. Era la primera noche en mucho tiempo que parecía haber dormido bien y no quería despertarle.

El 11 de agosto de 2021 el actor se suicidó al poco tiempo de empezar a notar los síntomas de la demencia con cuerpos de Lewy, un atroz síndrome degenerativo y progresivo del cerebro.

La autopsia de Robin Williams desveló que el actor no había consumido ni drogas, ni alcohol el día que se quitó la vida.


Fuentes: Biografías & El País

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